Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Del bricolage al chamanismo *

Ayer la indignación llegó a los 539 puntos.


La prima es un indicador emocional.


Hoy nos dirán que hay que poner buena cara para no espantar, también, al turismo.


Suiza ya emite bonos con interés negativo: los inversores le pagan por prestarle.


Alemania aún está a cero: podría ganar más. ¡Podría ser como Suiza!


España vende incertidumbre. La palabra está de moda pero ejercerla sale caro (7%).


La incertidumbre es el mayor lujo. Más que un Ferrari.


-Playas, sol e incertidumbre.


Las dudas financieras reflejan el pasmo estructural, íntimo y público. El consuelo de España es que a Facebook le pasa lo mismo.


Aún no nos hemos dado cuenta de que hemos de cambiar: taparrabos, huerto y meditación.


No sabe de gusto.


El I+D se ha ido todo al tapeo.


El hambre acaba por parecerse al mucho fumar: es barato pero te mareas.


Del bricolage al chamanismo en un suspiro. Es una oportunidad de negocio.


Ayer la indignación se puso en 3D.


Era tan generalizada que ni se veía. Ocupaba todo. Occupy all.


Europa se hizo un lío con España (como cuando la guerra civil).


Nadie tiene tiempo para nada. En Merkelín el tema de España se lo echan a los becarios. En Holanda no hay gobierno (podríamos pasarles uno de nuestras Comarcas). GB la gestiona Murdoch. Hollande está en fase burbujitas. Italia se salva por España, que le gana en incertidumbre. Italia, como tiene un gobernante designado, está enchufada.


El Gobierno de España señala todo el día a Grecia para no sentir el vértigo. Pero Grecia ya no existe a efectos contables. O sea, no existe.


Si la bolsa retrocede hasta niveles del año 75 la Transición no vale.


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Fuga de capitales. Los datos siempre llegan tarde.


El Open Data, para cosas superfluas.


El capital debería poder verse en la web: qué hace, a dónde va, de dónde se va. En tiempo real.


Ese oscurantismo financiero es lo que nos perplejiza. El humano nunca se ha enterado de nada. Ahora menos.


Como Correcaminos, el humano raso siempre ha llegado tarde a los hechos: los hechos le han llegado a él.


Ahora, que podríamos tocar los datos (la ruta del dinero global), tampoco podemos.


...¡Por poco!


Hay que actualizar la Declaración de Derechos Humanos:


El primer derecho es poder ver en tiempo real qué hace el dinero.


Esto sería de gran utilidad para los propios gobiernos, que no entienden el flujo de caja.


Lo de Bankia se hubiera visto enseguida.


La transparencia nos mataría.