Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

El líder de White Stripes, ahora en solitario

Marcaron un tiempo, o al menos los tuvimos hasta en la sopa indie durante los finalísimos noventa y los primeros años de la siguiente década, pero a mi entender tanto The Strokes como The White Stripes fueron grupos supervalorados. Olvidémoslo, no obstante, -The Strokes se medio hundieron con su último disco, 'Angles', y los Stripes dejaron de existir discográficamente (en estudio) en 2007, con 'Icky Thump'- y vengamos a tiempos presentes: el líder de estos últimos que, aunque se encuentre en medio de un solar, ya no se dice ni buenos días con su exesposa y partenair Meg White, ha emprendido camino en solitario, dejando al aire sus capacidades musicales, más de las que demostró con White Stripes. Habrá sido la libertad para hacer lo que se le ha antojado (“si no, me aburro”, dice) y quizá también la experiencia adquirida en tantas aventuras extramatrimoniales (musicales, ¿eh?) como ha tenido mientras militó en White Stripes como fuera de ellos: Raconteurs, Dead Weather, Third Man Records…, por no esquinar sus producciones y colaboraciones con artistas jóvenes y menos jóvenes -¡hasta Tom Jones!- como verlo metido en insólitas, otros dicen oportunistas, recuperaciones, de viejas estrellas, caso de Wanda Jackson o Loretta Lynn.


El álbum 'Blunderbuss', publicado recientemente, es la mejor condensación de la nueva libertad del de Detroit, un disco que algunos han dicho que podrían ser descartes de 'Get Behind Me Satan' (2005) pero que bien escuchado y analizado se trata de un disco que nunca hubiera hecho con White Stripes. La madurez, insisto. Y, por supuesto, su proverbial inquietud por explorar, por no ser pájaro de un solo árbol.


Ello explica el que en el disco, absorbido por sus relaciones personales con las mujeres, lo mismo se escuche un rock'n'roll de corte clásico, como se exprima el blues o se acuda al country, la balada o cuando no al experimentalismo crimsoniano. Y ello explica también la variedad instrumental, con el piano más presente que nunca en un disco bajo su firma, amén de violín, marimba, cuerdas, pedal steel, su robusta técnica guitarrera y varias voces femeninas como invitadas, incluida su ex Karen Elson.


El rock no es un filón agotado, ni mucho menos. Con imaginación, osadía e ideas aún se puede extraer mucho mineral con mena abundante. Nadie mejor pues en estos momentos que este 'culo de mal asiento' (con perdón) de Jack White para bajar a la mina y picar en las esquinas más recónditas del género, e incluso desviarse hacia otras galerías, camino del blues, el country o el jazz, con el fin de obtener nuevas sonoridades. El disco, es verdad, no deja de ser un disco 'made in White', para lo bueno y lo malo, para su ingenio y para poner también de los nervios en algunos momentos, con esa crudeza que se gasta y especialmente con esa voz aguda, como si Jagger se desgañitara o se comportara como un émulo menor de Robert Plant. Tiene su punto de extravagancia, pero no deja de ser uno de los discos más audaces del momento dentro del, dicen, agotado rock. ¿Qué opinas de White Stripes? ¿Y de este disco en solitario?


Aquí, el single,'Sixteen Saltines', con arranque stoniano ('Undercover Of The Night') y estéticamente no precisamente el colmo del refinamiento ni la alegría de la huerta...


http://www.youtube.com/watch?v=DsixWMdScUI


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