Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Christina y 'La joven Dolores'

Un título despistante, raro, para el nuevo disco de Christina Rosenvinge, 'La joven Dolores'. Cuando se anunció su edición, uno pensó en un viaje de la hispano-danesa al sur, incluso en una reactivación del mito bizetiano de 'Carmen'. Algo poco ligado al pop rubio y gélido de Christina. Pero ya se ve que eso de titular los discos es, la más de las ocasiones, un simple ejercicio para poner nombre y apellidos a una criatura antes de acudir al socorrido I, II, III…, como asentó Led Zeppelin. 'La joven Dolores' es, sin más, el nombre de una vieja barcaza.


Donde no hay sorpresas ni hay que hacer extrañas suposiciones es en el terreno musical. Rosenvinge, tras dejar el experimentalismo, por así decir, de su trilogía neoyorkina, sigue fiel a su canto introspectivo y susurrado y a las canciones puras y destiladas, que ya ofreció en su anterior entrega, 'Tu labio superior'. En 'La joven Dolores' hay una docena de canciones de pop inmaculado, con unas letras muy literarias y cuidadas y unas instrumentaciones limpísimas entre las que relucen las guitarras acústicas, el piano y los acolchados arreglos de cello.


Así abre el disco, con acordes de acústica leonarcoheniana y la voz de Christina desgranando, casi a ritmo de vals, una historia mitológica sobre Eco y Narciso. Leonard Cohen no le haría ascos a una canción tan aseada y arrullante como esta. Mucho intimismo y sutileza pues para abrir, para poco a poco ir entrando en otros ambientes más eléctricos y hasta de pop vigoroso, con un logrado contraste entre los punzantes toques de guitarra distorsionada o las pulsaciones disonantes del piano y los confortables coros, cual es el caso de la penetrante 'Mi vida bajo el agua'. La siguiente, 'Jorge y yo', con el golpe seco de batería, rockeriza el álbum en tanto que 'La idiota en mi mayor', con dueto de Benjamín Biolay, sube enteros en expresividad y hasta euforia rockera. A la contra, la evocadora cuasi nana, 'Desierto',  lleva al disco al pop de cámara y el cierre, con 'Un hombre muy formal', al Gainsbourg destilado por Jane Birkin. Ella habla también de que en la trotona 'Tu sombra' imita, y así es, a Howe Gelb, con su sonido vaquero, y que 'Jorge y yo' la compuso bajo el influjo de Sufjan Stevens.


Para sacar adelante este variado y cristalino mapa sonoro Christina ha contado con la misma banda del disco anterior: el batería Steve Shelley (Sonic Youth), el guitarrista Chris Brokaw (Codeine, Come), el bajista Jeremy Wilms (Chin Chin), el guitarrista y teclista Charlie Bautista y la violonchelista Aurora Aroca (Boat Beam). Además, ha contado con las acertadas colaboraciones de Georgia Hubley (Yo La Tengo) y el mentado Benjamin Biolay. La dulce hada del pop nacional sigue sumiendo en el encantamiento a sus fans: es un gran disco el que les ha entregado.


Aquí os dejo el single avance del álbum... Menos mal que no dura un poco más, que es que si no ahogan a la bella Christina... Lo que maquinan (perversamente) los realizadores para hacer un clip...


http://www.youtube.com/watch?v=KGl1l6EjqCg

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