Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

PJ Harvey, angelical y guerrera

No, no es ella. Quiero decir, que escuchando el magnífico disco, 'Let England Shake', que de nuevo se ha marcado PJ Harvey, no suena a lo ya conocido, no es aquella PJ Harvey adusta y retorcida de 'Dry' y ni tan siquiera la lujosa de 'Stories From The City'.


Es una de las grandezas de los artistas con talento y olfato: no repetirse, grabar discos, sin perder esencia, pero ofreciendo nuevos perfiles. Y este nuevo álbum los tiene. Por lo pronto, esta es una PJ Harvey, sí, angelical (debe ser porque grabó el disco en una iglesia), que canta de manera más orgánica y natural que nunca, moviéndose permanentemente por los registros altos, pero sin retorcimientos ni manierismos anteriores y hasta con quiebros de una dulzura especial (escucha como termina la primera canción, la que le da título al disco, o como inicia 'On Battleship Hill', con una dulcificada voz de soprano).


También entrega un sonido más aplacado, como hizo en 'White Chalk', pero distinto y nuevo. Si allí, influida totalmente por el baño de música clásica que se había dado preparando el álbum, el piano sostenía el disco, aquí buena parte de las melodías han salido desde una cítara o 'autoharp', muy popular en los colegios británicos, y se han  introducido instrumentos novedosos como el saxo de 'The Last Living Rose', hay ecos de música étnica en 'England' y 'Written On The Forehead', suena el xilófono en varias piezas o simula un coro infantil en 'The Glorious Land', en tanto que  los arreglos e incluso las melodías no recuerdan a nada de lo anterior. Y todo ello, como digo, siendo ella, sin perder esencia.


El disco, por otra parte, es un paño de lágrimas sobre el que ella vierte su preocupación y desolación, su rabia, por los desastres de la guerra, especialmente las mantenidas por su país. Para lo cual, según parece, se ha metido grandes empolladas históricas y poéticas, estudiando lo mismo a Goya que la poesía rusa y afgana, la Guerra de Secesión Americana  o sucesos de la Primera Guerra Mundial como el de Gallipoli, en Turquía, donde murieron unos 30.000 soldados británicos.


Lo que no significa que sea un disco anti belicista, panfletario, sino medular sobre un problema lamentablemente consustancial a la humanidad. Por supuesto, tampoco beligerantes o turbulento en el lo musical, como ya he dicho, aunque a la bellísima 'The Glorious Land', le sobren las mismísimas trompetas del quinto de caballería que le ha insertado tal cual. Más bien, todo lo contrario, con su inseparable John Paris al lado y la producción de Flood, es un disco calmado y reflexivo, casi hasta intimista, de una indudable originalidad instrumental y vocal. Toda una lección de versatilidad e ingenio en el trabajo más accesible hasta hoy de la genial y poliédrica artista británica. Cuanto más se escucha más se disfruta.


http://www.youtube.com/watch?v=I5jK0biu7lI&feature=related


http://www.youtube.com/watch?v=Va0w5pxFkAM&feature=relmfu


http://www.youtube.com/watch?v=I2Qlb0qFLFE

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