El gran paraguas. Cuenta una leyenda siciliana que la reina Juana de Aragón y Castilla, conocida como Juana 'la loca', visitó las tierras sicilianas cuando una enorme tormenta obligó a su séquito a buscar refugio. En la localidad de San Alfio, pudieron guarecerse bajo un enorme castaño, tan colosal que resguardó a un total de cien caballos. Ese castaño es el más antiguo del mundo, se dice que tiene cuatro mil años y todavía sigue en pie, tan enorme como siempre.

El castaño es un árbol que desde hace miles de años ha formado parte de la cultura del ser humano. Entre sus hojas se conservaban alimentos e incluso hoy en día se curan quesos de esta manera. Su fruto se consume asado en puestos callejeros y es apreciado no solo por su sabor, sino porque las castañas son ricas en vitaminas E y C, así como en hierro, fósforo y potasio. La medicina natural también confía en este árbol para aliviar la tos y la bronquitis, mediante infusiones de las hojas.

Los indios norteamericanos también hacían gran uso de los castaños. Los cheroquis incorporaban a su comida la pulpa de las castañas, con la que elaboraban panes, tortas e incluso bebidas. Las castañas han sido incluso veneradas: los griegos denominaron a este fruto en algunas regiones 'bellotas de Zeus'.