Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

El ruido, según Neil Young

Siempre se ha comportado artísticamente como un 'caballo loco', tal y como denominó a su banda de tantos años, un tipo indómito e imprevisible. Rock, punk, country, tecno, rockabilly…, acústico, eléctrico; fiero, sedoso… Un auténtico caballo desbocado, saltando de género en género, de estado de ánimo en estado de ánimo (fruto de su carácter y de su epilepsia, amén de la enfermedad de uno de sus hijos) como si los discos fueran confesiones íntimas, no productos vendibles y sujetos al marquetin discográfico, como reveló la demanda que le puso el poderoso Clive Davis por entregar discos 'de naturaleza no comercial'.


Nunca se sabía ni se sabe por donde puede aparecer Neil Young. Así que aquí está, de nuevo, en otra de sus imprevisibles salidas, sorprendiendo a propios y extraños: un disco en solitario, con solo guitarra y voz, pero nada de un disco en plan cantautor tradicional o un disco acústico al modo 'Comes A Time', no, un disco de ocho canciones -39 minutos- donde las guitarras restallan como misiles para solo reposarse en dos de ellas.


El título -'Le noise' (El ruido)- es un juego de letras sobre el nombre del afamado productor, Daniel Lanois (U2, Peter Gabriel, Bob Dylan…), pero a la vez una plasmación real de las intenciones del canadiense: el ruido según él mismo, según esa guitarra que retrotrae a los tiempos fieros de 'Rust Never Sleeps' y que aquí, en las seis piezas eléctricas suena aún más huraña y distorsionada, empujada por los efectitos de Lanoise. Una experiencia de la que resulta difícil salir airoso si no se dispone del talento del autor de 'After The Gold Rush'  y no se componen canciones acústicas tan brillantes como 'Peaceful Valley Boulevard' y sobre todo la hermosísima 'Love & War'. Canciones sobre el óxido de la vida moderna, el efecto de las drogas, el ecologismo, la guerra… ese trasfondo anti conservador, en suma, contra el que gritó su rabia, en 2006, con 'Living With War'


Es verdad, no es un disco excelso, de lo más sugestivo de su discografía, no es 'Harvest', ni 'Tonight's The Night', ni 'Zuma' y, pese al ruido de su Les Paul, ni tan siquiera 'Rust Never Sleeps', y hasta más de uno nos preguntamos qué hubiera sido de estas melodías sin la desnudez y el ruido, si hubieran salido arropadas por otros instrumentos…, pero ahí está la obra de un músico siempre inquieto, siempre imprevisible.


Y he ahí otra patada en el culo a la industria y a los hábitos de consumo discográfico del indómito canadiense: ha colgado en youtube los 39 minutos seguidos del disco en un vídeo de alta resolución, con él tocando y grabando las ocho canciones en casa de Lanois. ¡Cualquiera le pone bridas al caballo!


http://www.youtube.com/watch?v=wU5B53b9ntQ&ob=av2e

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