Atención. El mes de junio está siendo un poco caótico y las temperaturas suben y bajan cada día. Además, la tierra está recibiendo muchos chaparrones, que agradecen el campo y los jardines pero que pueden jugar una mala pasada. Aunque lluevan varios litros de agua por metro cuadrado, nada nos asegura que nuestras plantas estén recibiendo todo el agua que necesitan.

Las especies que se cultivan en maceta se llevan la peor parte y soportan una gran insolación y evaporación, que el chaparrón no logra aliviar. Además, están en pleno crecimiento y necesitan mayor cantidad de agua para hacer brotar las hojas.

Los propietarios de un jardín han de vigilar bien si el agua ha empapado la tierra debajo de la planta en cantidades suficientes y regar si cree que el chaparrón no ha sido bastante. En el caso de la terraza, es casi seguro que la lluvia apenas haya llegado al cepellón y será buena idea regar como si nada hubiera pasado.

En nuestro caso, hemos optado por programar el riego por goteo de todas las terrazas para que reciban 30 minutos de agua cada dos días. Es la misma periodicidad que tendrán en el mes de agosto, pero que nadie crea que se trata un riego excesivo: el sol entre nubes calienta muchísimo y el viento reseca las hojas hasta hacerlas morir de sed.