Manos a la obra. La mejor manera de transformar el entorno es aprender a compartimentar el espacio y jugar con los elementos verticales. En el jardín, resulta muy fácil dedicar parcelas a diferentes grupos de plantas. Mediante vallas de madera, se pueden reservar rincones para los bulbos, que deben sembrarse ahora para que florezcan a finales del mes de enero. Las vallas resultan baratas, unos seis euros el metro, y pueden barnizarse o pintarse de colores sugerentes: blanco para jardines románticos, azul para los más alegres o rojo si se quiere destacar el colorido de alrededor. En una terraza, se pueden colocar grandes jardineras y cerrarlas también con una valla de madera, bien sujeta mediante alambres.

Las celosías y pérgolas son la segunda opción para convertir un trocito de terreno o una terraza urbana en un jardín colgante. La celosía permitirá a las trepadoras cubrir paredes y la pérgola dará una nueva imagen a rincones apagados del terreno. Se pueden combinar especies perennes y caducas, para disfrutar de los tonos dorados del otoño, verdor en el invierno y flores en primavera.

ALGUNAS IDEAS PRÁCTICAS

>> De madera Las pérgolas de madera de teka pueden parecer más engorrosas, pues hay que barnizarlas una vez al año para que se conserven en buen estado. Sin embargo, la calidez de la madera es muy agradecida, sobre todo en la terraza y el conjunto de plantas trepadoras quedará muy sugerente.

>> De forja De forja. Si se quiere dar un aspecto romántico al jardín, se puede optar por los enrejados de forja. Se clavan directamente en el suelo y están preparados para soportar las inclemencias del tiempo. La forja, sin embargo, será muy rigida a la hora de marcar curvas y obligará a mantener estructuras rectas.

>> En familia Es una experiencia muy recomendable ceder un trocito de tierra a los más pequeños, para que experimenten con verduras, bulbos, flores o incluso hierba gatera y conozcan todas las fases de la planta, de la semilla a la flor. Lo importante es que comprendan su valor y se acostumbren a respetarlas.