Solo una cosa así es posible en la cuna del patriarca del surrealismo: para san Valero, el Ayuntamiento incorpora en su agenda de actos oficiales una protesta ¡en contra suya!, una protesta contra su política musical y la de otras instituciones bien conocida por todos como 'Roscón Rock'. O los gestores municipales están en la inopia o los protestantes son muy transigentes, permitiendo que un acto reivindicativo y preparado a conciencia, con más de medio centenar de grupos tocando en el Paseo de la Independencia y algunas plazas, se equipare, por ejemplo, al reparto de roscón en la plaza del Pilar, vaya, con un acto más oficial.

Me temo que más bien lo segundo. Que las numerosas y justísimas reivindicaciones de los grupos musicales no llegan a los munícipes. O si llegan, se las pasan por el forro, dejando al descubierto la blandura de la protesta. Véanse, por ejemplo estas inminentes fiestas del Pilar. ¿Dónde están los grupos aragoneses? Que alguien me corrija, si es que a uno le falla la vista, pero por más que repaso el programa, sólo veo presencia musical local en la denominada Carpa del Ternasco (que, por otro lado, desconozco si será privada, lo cual agravaría la ausencia),  en el FIZ con Bigott y Vision Tunel, que también desconozco si es acto exclusivo municipal o privado, en el Muffin Records Festival, en la plaza San Felipe, con el folk, y en la del Pilar con los tres cantautores y Juan Perro. No parece mucha presencia, menos aún de los grupos más jóvenes, de los que salen a la calle el 29 de enero.

En tiempos, bajo patrocinio municipal, había un lugar exclusivo para los grupos zaragozanos, la carpa Pignatelli, y en años posteriores el escenario de las Murallas Romanas. Este año, nada parecido. Los grupos locales se refugian en pequeñas salas -Zeta, Devizio- en los Pilares Disidentes y en un festival de Interpeñas. Apenas unos euros, o ni uno, por parte del Ayuntamiento para ellos. ¿Será que no se grita demasiado y claro en el Roscón Rock?