Tarazona pierde el legado del dibujante Ugalde

¿Se acuerdan de Paco Ugalde, el dibujante que durante décadas caricaturizó a todos los actores y actrices españoles? Pues todas las obras que tenía en casa acaban de ser donadas por su familia (después de haberlas ofrecido sin éxito a su Tarazona natal) al Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, donde las han acogido con los brazos abiertos. Por supuesto. Pero vayamos por partes.

Como les decía la pasada semana, este blog se actualiza todos los días de lunes a viernes con una noticia antigua recuperada del olvido. Y el fin de semana con la sección El Tintero, que recoge la estela de una noticia ya publicada en el blog y que ofrece información actualizada. Es lo que en lenguaje periodístico llamamos 'seguimiento' pero, en este caso, con varias décadas de distancia.

Inauguramos El Tintero la semana pasada con una entrevista a Manuel Clavero, el atleta de Samper de Calanda que en 1956 batió el récord mundial de jabalina lanzándola al 'estilo español'. "Siempre supe que no se reconocería mi récord", nos decía.

Y hoy me voy a ocupar de Paco Ugalde, el dibujante turiasonense al que definía aquí como "El hombre de las 60.000 caras", tantas como caricaturas aseguraba haber realizado en 1955. Y acababa el texto preguntándome dónde estaban esos originales, si se conservan, y por qué no se ha realizado todavía una gran exposición con ese material. Porque Ugalde, del que pueden ver una autocaricatura junto a estas líneas, es uno de los grandes maestros de la caricatura del siglo XX.

Fueron muchos los lectores que se interesaron por la historia, y algunos incluso se animaron a enviarme información, bien a través del blog, bien privadamente. Varios me hablaron de "una maleta", que al parecer poseía la familia, con cientos de originales perfectamente conservados e inventariados. Al final, fue un compañero de HERALDO, Manuel Español, periodista de raza y vieja escuela, quien me orientó hasta dar con Soledad Domínguez, sobrina del dibujante, que se ha encargado de administrar su legado artístico.

Total, que Soledad Domínguez me/nos revela una buena noticia: la obra de Paco Ugalde está a salvo. El periódico "ABC" conserva en perfecto estado los originales que publicó en sus páginas, y las obras que quedaron en casa del artista a su muerte están debidamente inventariadas y conservadas. Pero no van a quedarse en Aragón. Tarazona ha tenido durante varios años la oportunidad de recibir en donación gratuita esa 'maleta' repleta de originales y la ha dejado pasar. 

"Mi madre (Carmen Ugalde, hermana del artista), que falleció hace tres años, ofreció varias veces y durante varios años los dibujos de forma  totalmente desinteresada al Ayuntamiento de Tarazona, pero en realidad nunca se interesaron de verdad por ellos -asegura Soledad Domínguez-. Lo único que pedía es que, al igual que en el teatro se ha habilitado un espacio en honor a Paco Martínez Soria, las caricaturas se expusieran al público allí, para que pudieran ser contempladas".

La petición tiene todo el fundamento del mundo porque Paco Ugalde ha sido el dibujante español que ha realizado más caricaturas a las gentes del teatro. Y mejor que nadie. Su vida estuvo ligada 'a las tablas' de manera indisoluble.

Como el ofrecimiento de la familia cayó una y otra vez en saco roto, Soledad quiso resolver la cuestión del legado y ofreció los dibujos al Museo de Arte Contemporáneo de Madrid que, como es lógico y natural, los aceptó de buen grado. Así que la institución con sede en el Cuartel del Conde Duque acaba de recibir -la donación se formalizó el pasado mes de noviembre- 1.206 caricaturas de Ugalde, 8 bocetos de otros artistas y 1 carpeta con recortes de prensa y fotografías del turiasonense. Ya ven, parece que aquí no interesaban, y eso que Ugalde tuvo siempre a Tarazona y a Aragón en lo más hondo de su alma. Aunque vivió gran parte de su vida en la capital de España, donde las principales publicaciones se peleaban por sus trabajos, veraneó siempre en su ciudad natal, donde reposan sus restos por expreso deseo suyo. Tarazona y Aragón se lo pierden.

Soledad Domínguez recuerda a su tío como "un hombre supereducado y muy culto, que trabajaba muchísimo y muy rápido". "El tenía un horario especial -añade-. Descansaba por las mañanas, trabajaba por las tardes, y por las noches se iba al estreno de turno para hacer caricaturas de todos los actores que participaban en la obra". Ugalde era más conocido que muchos de ellos, y había aficionados al teatro que compraban el periódico solo por ver sus caricaturas.

El artista contrajo matrimonio dos veces,  la primera de ellas con una mujer de idéntico nombre y apellido que su sobrina, Soledad Domínguez, que era actriz cómica en el Teatro Lara. Enviudó joven y casó en segundas nupcias con Isabel Martínez de Pedro, hija de un banquero a la que conoció en el café Castilla. No tuvo hijos con ninguna de las dos. "Trabajaba muchísimo y además era muy rápido -evoca ahora su sobrina-. Recuerdo que muchas noches iba al teatro con él, sobre todo después de Semana Santa, cuando empezaba la temporada de estrenos. El iba a los camerinos de los actores y actrices y trabajaba en directo, nunca empleaba retratos. Dibujaba muy, muy rápido, así que unas caricaturas le salían mejor y otras peor. Era como si fuera a hacer una fotografía, pero en directo". Esa rapidez de trazo no estaba reñida con la meticulosidad: si el resultado no le convencía, volvía a empezar. Tenía, además, una paciencia infinita con los numerosos 'divos' y 'divas' que siempre han poblado los escenarios españoles. El siempre llevó su arte con humildad y sencillez casi franciscanas.  Con elegancia. Nunca hizo caricaturas a su familia, y eso que su sobrina se lo pidió en más de una ocasión.

"Soledad, no puedo hacerte una caricatura -le contestaba-. Eres demasiado guapa".