>> Valiosos. Las burbujas especulativas y su estallido no son exclusivas del capitalismo actual. En el siglo XVII, Holanda vivió la peor crisis económica de su historia al caer en picado los precios de su bien más preciado: el tulipán. El país fue el primero en valorar la gran belleza de esta planta bulbosa, originaria de Asia e introducida en Europa por el botánico holandés Carolus Clusius a finales del siglo XVI. En solo dos décadas, se convirtió en la planta más deseada por la nobleza y las clases altas y su demanda fue tan grande que los precios se elevaron a niveles absurdos.

En 1637, la cifra llegó a su techo máximo, algunas variedades costaban más que una casa en Amsterdam y se llegaron a pagar hasta cien mil florines por un paquete de cien bulbos, el equivalente actual a diez millones de euros. Las clases medias vieron la oportunidad de hacer negocio e invirtieron en bulbos, que cotizaban como mercado de futuro, es decir, se pagaban bulbos que aún no habían sido producidos. Ese mismo año, un bulbo no encontró comprador en una subasta y llegó el 'crack' económico y la ruina para miles de personas.

CÓMO LOS CULTIVA LA INDUSTRIA

>> Siembra. Holanda es el primer productor de tulipanes del mundo, cuyo mercado mueve 11.000 millones al año. El país es un experto en producción masiva de tulipanes en campos de cultivo. Sus cultivadores suelen sembrar los bulbillos en otoño a altas densidades, con apenas un centímetro de separación.

>> Primera recolección. Tras pasar el primer invierno y la primavera, se clarean en el mes de junio hasta dejar una seperación de unos cinco centímetros. Cuando su grosor alcanza el calibre adecuado o la túnica -piel externa- que los protege cambia de color, están listos para comercializarse.

>> En casa.Una vez se compran los bulbos, lo mejor es plantarlos inmediatamente o bien dejarlos en un lugar fresco. Si se dejan dentro de casa, pueden germinar debido al calor. La época perfecta para plantar sería finales de diciembre, para que la planta florezca a finales de febrero.