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Helechos que disfrutan con las abundantes lluvias del otoño

Los helechos dependen del agua para reproducirse y en el entorno rural no puede vivir lejos de fuentes o pozos

helecho
Helecho, junto al río Ebrol
David Navarro

>> Húmedos. Hace unas semanas, un lector envió un correo al buzón del jardinero para preguntar cómo se llamaba una planta que crecía en una fuente de Ejea. Se trataba del helecho conocido como veneris o culantrillo del pozo (adiantum capillus-veneris), especie que abunda en rincones de poca luz y mucha humedad. El ejemplar de la fotografía no vive en un bosque oscuro, sino en una tubería junto al Ebro, en Zaragoza. Esperemos que los lectores disfruten de la foto, porque al buen jardinero le costó un buen tozolón y acabó con el trasero dolorido al resbalarse por una pendiente.

La historia del crecepelo

Como todos los helechos, el culantrillo depende del agua para reproducirse y en el entorno rural no podría vivir lejos de fuentes o pozos. Ha sido una de las plantas que se utilizaban antiguamente en los crecepelos y existía la creencia de que sus frondas -así se denomina a las hojas del helecho- escondían el secreto para recuperar la melena. Además, si el excusionista se encuentra con una serpiente venenosa en su camino -¡nunca se sabe!- y recibe una picadura, puede tomar las frondes y hacerse una cataplasma para combatir el veneno.

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