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Frutos 'explosivos' en las matas de pepinillo del diablo

Cuando lo tocas, revienta. Esta peculiar forma de reproducción da muchísimas ventajas a esta cucurbitácea, que logra así diseminar sus semillas a varios metros a la redonda

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>> ¡A cubierto! Los frutos del pepinillo del diablo (ecballium elaterium) son los favoritos de los niños, que se divierten jugando con ellos tocándolos con un palo y viendo cómo el fruto explota y lanza las semillas a varios metros de distancia. Esta peculiar forma de reproducción da muchísimas ventajas a esta cucurbitácea, que logra así diseminar sus semillas a varios metros a la redonda y se asegura que las nuevas plantas no competirán con su progenitora. Es fácil encontrar pepinillos del diablo en los alrededores de campos de cultivo y terrenos removidos, como el ejemplar de la fotografía, tomada en la Fuente de la Junquera, a las afueras de Zaragoza.

Cuidado con las semillas

Su nombre diabólico no hace referencia a prácticas mágicas sino a los efectos perniciosos que sus semillas tienen si llegan a ingerirse. Irritan los intestinos causando unas diarreas terribles, aunque afortunadamente es difícil que alguien llegue a tomar algunas de sus semillas, ya que al estallar se dispersan de tal modo que es difícil encontrarlas. Antiguamente, se preparaban con ellos aceites curativos del dolor de estómago, que se elaboraban friendo los frutos aún sin madurar y frotando con ellos el abdomen.

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