botánicos aragoneses

Félix de Azara, el 'Darwin oscense'

Observó un hecho que los naturalistas habían pasado por alto durante siglos: cómo afecta el medio al aspecto físico de los seres vivos, un apunte que será imprescindible para la teoría de las especies de Darwin

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Félix de Azara, botánico aragonés
Heraldo

>> Siglo XVIII. "No hemos tenido otro como Félix de Azara ". La cita es de Santiago Ramón y Cajal, pero bien podría haber sido de Charles Darwin o Alexander Humboldt, que se empaparon de la obra del oscense para escribir sus trabajos. Félix de Azara (Barbuñales -Huesca- 1742-1821) fue un naturalista autodidacta que realizó sus trabajos más importantes en Paraguay y el Río de la Plata, donde acudió en 1781 como comisario de límites para trazar la frontera entre Brasil y las colonias. Allí esperó 12 años a que se presentaran las autoridades portuguesas, pero lejos de impacientarse, Azara dedicó el tiempo a observar el fascinante mundo que le rodeaba.

Intuyó la teoría de la evolución

Su capacidad de observación detectó un hecho que los naturalistas habían pasado por alto durante siglos: cómo afecta el medio al aspecto físico de los seres vivos, un apunte que será imprescindible para la teoría de las especies de Darwin . En 1809, se publica un compendio de su obra titulado "Viajes por la América Meridional", traducido al francés, alemán e inglés, y cuyas observaciones sobre la influencia del medio dieron lugar a nuevas corrientes de pensamiento que la obra de Charles Darwin convertirían en teoría. El inglés, en su importante viaje por el mundo tras el cual publicó sus famosas deducciones, nombra constantemente a Azara y se asombra ante la perspicacia del oscense, que se había hecho las mismas preguntas 60 años antes.

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