Los jóvenes voluntarios de YMCA ayudan a transformar la sociedad

Slim Senbati tiene 20 años y está terminando un Grado Superior de Telecomunicaciones. Empezó a participar en programas de YMCA hace 10 años, recién llegado a Zaragoza desde Túnez. Hoy, es uno de los 144 voluntarios que forman parte de YMCA en Aragón. “Soy voluntario porque quiero ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar su potencial, igual que en su día me ayudaron a mí. En YMCA me dieron la oportunidad de conocerme, enfrentándome a situaciones donde he tenido que ponerme a prueba y nunca imaginé que sería capaz de hacer muchas de las cosas que hago ahora”, explica Senbati.

Slim es uno de los jóvenes que, con su testimonio, pone voz y rostro a la campaña de sensibilización que YMCA ha puesto en marcha junto al Instituto Aragonés de la Juventud (Gobierno de Aragón) para animar a los jóvenes a participar como voluntarios o voluntarias. Bajo el lema 'YMCA lo cambia todo' (en las redes sociales se va a difundir como #YMCAlocambiatodo), transmiten el impacto que la organización consigue con los jóvenes que se acercan a participar en los distintos programas de voluntariado, en los cuales se conocen en profundidad, descubren sus capacidades, ofrecen su tiempo a los que más lo necesitan, mejorando su rendimiento escolar o las relaciones personales, todo ello, en un entorno positivo y de respeto. “Si no hubiese sido por el apoyo que recibí en YMCA no sería lo que soy ahora” confirma agradecido el joven. “Me hice voluntario, continué en la Escuela de Liderazgo, hice el curso de monitor de tiempo libre para participar en los campamentos y ahora sé que soy referente para otros niños y jóvenes, ¡eso ya es mucha responsabilidad!", asegura Senbati.

Pero YMCA no solo ofrece programas de refuerzo escolar y ocio sino que sobre todo busca crear espacios que sirvan para igualar la situación de los jóvenes. El joven tunecino cuenta que "todos los sábados durante el curso enseñamos a nadar a jóvenes porque nunca han tenido oportunidad. También vamos al hospital Miguel Servet y al Clínico acompañando a los niños y niñas que están ingresados haciéndoles las tardes más divertidas y estamos con Menores Inmigrantes No Acompañados (MENAS) que están viniendo solos a Aragón, no saben apenas hablar español y echan de menos a sus familias; muchos proyectos o apoyos en materias concretas hacen de YMCA un hogar para todos. Por ello, participar en la organización desde pequeño ha significado crecer personalmente, descubrir un nuevo entorno fuera de la rutina del colegio y la casa, aprender a abrir la mente y encontrarse a uno mismo”, señala el joven.

Slim asegura que, gracias a estos espacios, ahora sabe que es capaz de hacer lo que se proponga. "Lo que más valoro de YMCA es saber que están a mi lado, acompañándome, que confían en lo que soy y en lo que puedo llegar a ser, y me ayudan a alcanzarlo”, sentencia.

Más de 30 años con la juventud

Durante estos 31 años que YMCA lleva en Aragón, ha visto crecer a jóvenes que un día fueron voluntarios y voluntarias y ahora desempeñan puestos de mucha responsabilidad en empresas, niños y niñas que se encontraban en situaciones muy complicadas y que este año acabarán su carrera universitaria. "Creemos que es posible transformar la sociedad a través de la juventud, hay que apostar por ese trabajo de prevención que resulta de acompañar casi diariamente a estos jóvenes, apoyarles en esos años tan críticos donde deben tomar decisiones fundamentales", explica Belén Portolés, directora de YMCA en Aragón.

Bajo el lema 'YMCA lo cambia todo', tratan de concienciar sobre el potencial de la juventud para transformar la sociedad. "Cada uno de los 270.000 jóvenes que viven en Aragón es una oportunidad para que la comunidad crezca, mejore y prospere", declara Portolés.