Una normativa en constante cambio que exige renovarse

Una normativa en constante cambio que exige renovarse

Los transportistas se encuentran con dificultades que precisan de acciones significativas que minimicen el riesgo de su labor diaria y hagan esta más viable.

La reglamentación sobre camiones está en continuo cambio.
La reglamentación sobre camiones está en continuo cambio.

Altura, peso y longitud máximos, velocidad, permisos especiales, dispositivos y componentes (protectores, señales distintivas...), condiciones específicas para la carga y descarga... Son muchos los requisitos que los conductores de camiones tienen que tener en cuenta a la hora de ponerse al volante. Todo ello, además, en un contexto en el que el tráfico en las diferentes vías españolas no deja de aumentar.

Los transportistas se encuentran con dificultades que precisan de acciones significativas que minimicen el riesgo de su labor diaria y hagan esta más viable. Una mayor difusión de las actividades que fomenten las buenas prácticas y la convivencia responsable en la carretera, la mejora de la pavimentación y el desdoblamiento de los tramos peligrosos o la unificación de criterios a nivel europeo en temas tan relevantes como las inspecciones se antojan fundamentales en este sentido.

En Aragón, por ejemplo, en 2016, un total de 154.413 vehículos circularon de media cada día por la N-232, 75.283 lo hicieron por la N-330 y 74.104 atravesaron la N-II diariamente. Los tramos más conflictivos de la N-232 soportaron en ese periodo un tráfico diario de 6.300 camiones, mientras que una media de 1.850 vehículos de este tipo circularon cada día por la AP-2.

Un tráfico intenso que requiere claridad reglamentaria. Sin embargo, la normativa sobre seguridad vial del ámbito nacional e internacional está en constante cambio. Un ejemplo de ello es la incertidumbre que suscita la posibilidad de que sea obligatorio para los camiones circular por autopista en determinados tramos, como ya ocurre en comunidades como La Rioja. En el caso de que esta opción se consume, numerosas voces del sector reclaman que se amplíen las bonificaciones para el tráfico pesado en los tramos aragoneses de autopistas como la AP-68 o la AP-2.

Esta y otras circunstancias similares exigen a los profesionales del ámbito del transporte de mercancías por carretera una renovación continua que, a menudo, genera ciertas complejidades, lo que ha llevado a empresas y autónomos a agruparse en entidades sociales con el fin de trasladar a las instituciones las principales reivindicaciones del sector.

A este respecto, cabe destacar el papel clave que juega este sector como motor del consumo en España, lo que se refleja en datos como su peso del 4% en el PIB o los 5,7 millones de operaciones que se realizaron solo en Aragón en 2017.