Spa, esquí y multitud de experiencias en un entorno único para pasar una inolvidable Semana Santa
Eizasa Hoteles cuenta con tres alojamientos ubicados en pleno Pirineo aragonés, próximos a centros invernales y a núcleos de población en los que se puede encontrar tranquilidad, pero en los que igualmente se pueden llevar a cabo diversas actividades para toda la familia.
El ajetreo constante del día a día al que conduce el estilo de vida agitado que se lleva habitualmente en las ciudades hace que, a menudo, no se pueda disfrutar de unos momentos de tranquilidad a lo largo de la semana. Instantes muy necesarios para desconectar del estrés que producen el trabajo y el resto de obligaciones que tiene cada persona.
Por eso es tan importante aprovechar bien los días libres con los que se cuenta, y una buena idea es invertirlos en viajar a lugares tranquilos, rodeados de naturaleza y cuyo entorno ofrezca multitud de actividades interesantes para toda la familia. Aragón cuenta con varios parajes de estas características, entre los que destaca sobremanera el Pirineo, que a buen seguro será el destino escogido por numerosos ciudadanos durante las vacaciones de Semana Santa. En este sentido, la empresa Eizasa dispone de tres hoteles en sus inmediaciones, que cuentan con todas las comodidades para que las estancias allí sean totalmente satisfactorias.
El Hotel & Spa Real Jaca y el Hotel Golf & Spa Real Badaguás Jaca disponen de unas magníficas instalaciones en las que los clientes pueden disfrutar de numerosos servicios. El spa es uno de los más conocidos y, por tanto, demandados. Las amplias salas disponibles les permiten sentir el máximo confort mientras se deleitan con uno de los múltiples tratamientos personalizados que se ofertan (terapias, trabajos faciales, masajes orientales...) o se relajan en un completo circuito de hidroterapia. Todo ello en un ambiente armonioso y discreto. Una práctica muy efectiva para acabar con las contracciones musculares y reducir el estrés y los trastornos del sueño, entre otras cuestiones.
Las habitaciones, con televisiones de plasma y de pantalla plana, wifi gratuito, climatizador, minibar, teléfono y bañeras de hidromasaje, los exquisitos restaurantes y una piscina exterior con vistas espectaculares al valle del Aragón completan las prestaciones de estos magníficos alojamientos.
Las opciones de Jaca, capital de la comarca de La Jacetania y uno de los destinos más visitados del norte de España, son múltiples. Su patrimonio artístico y natural la convierten en un lugar privilegiado. Por citar algunos ejemplos, su Pabellón de Hielo constituye un emplazamiento único en España para disfrutar del patinaje; la espectacular catedral de San Pedro es la primera románica del país; y el Monasterio de San Juan de la Peña es un espacio natural protegido que cada año atrae a miles de turistas.
El Castillo de San Pedro, más conocido como Ciudadela, también es otro de los puntos neurálgicos de la ciudad, que además suele organizar para estas fechas visitas guiadas en las que se dan a conocer al público las instalaciones y que permiten ver de cerca a los ciervos que la habitan. Todo ello en una ciudad que forma parte de dos etapas del Camino de Santiago.
Muy cerca de las estaciones de esquí
Por su parte, Hotel & Spa Real Villa Anayet, en Canfranc Estación, también cuenta con unas modernas instalaciones de spa, con amplios jacuzzis y sillones a diferentes temperaturas, además del atractivo de un gran asador en el que se puede disfrutar de productos típicos de la gastronomía del Pirineo y donde se preparan a la vista del cliente excelentes carnes y pescados. Este lugar tiene la ventaja de ubicarse a tan solo unos kilómetros de las estaciones de esquí de Astún y Candanchú, dos de los centros invernales más importantes de España, con decenas de kilómetros de pistas esquiables aptas para diferentes niveles y donde se organizan con frecuencia entretenidas actividades.
Los tres hoteles cuentan con una gran capacidad de acogida gracias a sus diversas y cómodas habitaciones familiares (para tres y cuatro personas). Un hecho que ahorra a las familias un problema con el que se encuentran a menudo cuando viajan, que es la obligación de tener que reservar varias estancias en los alojamientos.
Todo ello dentro de un valle, el del Aragón, que cuenta con otros emblemas, como la iglesia de Santa María de Iguácel y centros defensivos como el Coll de Ladrones de Canfranc o Rapitán. Canfranc, además, ofrece otra de las grandes atracciones turísticas de la zona: su histórica estación de ferrocarril, inaugurada en 1928 y declarada Bien de Interés Cultural, que organiza visitas guiadas durante todo el año.
Debido a su idónea localización, la zona ofrece numerosas actividades en contacto con la naturaleza. Los apasionados de los deportes de montaña encuentran allí su escenario ideal, con la posibilidad de poder practicar escalada, rafting, hípica, cicloturismo, barranquismo, senderismo o alpinismo mientras divisan ibones, lagos y picos de gran belleza.
