Sexta entrega: Zaragoza en fiestas
El nombre de la capital aragonesa cobra importancia en las composiciones que ilustran las postales que entrega hoy HERALDO.
1982: el comic inspira el anuncio de las fiestas
Inspirado en el mundo del cómic, 'Vaquilla' de José Luis Cano ilustrador muchos años en HERALDO DE ARAGÓN se hizo con el primer premio del concurso de 1982, entre 112 obras presentadas. Sobre un fondo asalmonado, aparecen en la zona inferior una serie de figuras representativas de la ciudad como la 'majorette', una pareja ataviada con el traje regional, el infantico... Parece que todos ellos van corriendo por el animal que viene detrás: la vaquilla, que ni siquiera se ve. Los zaragozanos levantaron su voz al suprimirse el acto taurino, que se prohibió por orden gubernativa dos años antes. La composición tiene sentido decorativo y publicitario, además de tender hacia la síntesis, conseguida con el vacío entre título y viñeta.
1986: símbolos zaragozanos con estética ochentera
Rosa María Viadell Ciprés fue la ganadora del cartel de fiestas en 1986 con un trabajo titulado'Motivos', una figuración de media cabeza de mujer aragonesa adornada por una serie de elementos alusivos a temas regionales, entre ellos, la Virgen del Pilar, el león símbolo de Zaragoza y un toro. La autora diseñó una composición con marcada estética ochentera. Los periódicos de la época aseguran que la participación en esta edición fue mucho menor: se presentaron 45 creaciones. También explican que 'Motivos' venció porque se consideró que tenía mayor impacto que el resto de las obras. La tipografía que Viadell emplea es un ejemplo de la renovación de los rótulos y de la importancia que cobra el nombre de la ciudad.
Joaquín Sopeséns realizó un cambio de estética apostando por las letras de la palabra 'Zaragoza'en su composición 'Destellos de fiesta. El jurado del concurso valoró la rotulación del nombre de la ciudad y el juego que hace el autor con las sílabas para exponer diferentes aspectos de la capital aragonesa. Las letras se imprimen sobre un fondo festivo, decorado con confetis y serpentinas. Cada una de ellas contiene símbolos de las fiestas como el baile de la jota, la música en los conciertos, los toros, el circo, el deporte, la Ofrenda de Flores y la comparsa de gigantes y cabezudos. El cartel de 1989 es otro de los modelos que refleja las nuevas tendencias tipográficas que aparecieron con fuerza en la década de los ochenta.