Estudio de la AGENCIA Randstad

El 62% de los parados estaría dispuesto a crear su propio negocio

Casi el 70% de los desempleados universitarios valora crear su propia empresa

Varias personas hacen cola para entrar en una oficina de empleo. / Archivo
El 62% de los parados estaría dispuesto a crear su propio negocio

El 62% de los españoles en paro estaría dispuesto crear su propio negocio ante la ausencia de oportunidades que conlleva la crisis económica, según un estudio elaborado por la agencia de trabajo temporal Randstad. En ese contexto, la creación de una empresa propia surge como un recurso para generar autoempleo y como paso previo al desarrollo de una actividad profesional que aporte beneficios y posibilidades de contratar a más personal.

El nivel de formación influye directamente en el planteamiento de emprender. En el caso de los titulados universitarios, el porcentaje de quienes valoran poner en marcha un negocio aumenta hasta casi el 70%, frente al 64% de aquellos procedentes de la formación profesional o que sólo disponen de un título de enseñanza obligatoria. En el caso de los entraron en el mercado laboral con el bachillerato superado, el 66% se plantea esta opción.

Lo que comparte un 48% de los profesionales, más allá del nivel de estudios, es la preferencia por un sector en el que tengan experiencia o formación, frente al 32% que trataría de iniciar su actividad en un ámbito nuevo. El 20% restante no tiene preferencia por ningún campo.

En su informe, Randstad asegura que la 'start-up' -empresa de nueva creación- es una de las formas de emprendimiento más atractivas, sobre todo para los especialistas en el campo de las nuevas tecnologías y la comunicación.

El perfil del profesional más proclive a la constitución de un nuevo negocio es el de un varón universitario de entre 25 y 34 años. Según Ranstad, el 65% de los hombres se muestran favorables a iniciar un proyecto empresarial, frente al 63% de las mujeres.

Temores

A pesar de que el porcentaje de personas dispuestas a crear una empresa por cuenta propia es relativamente alto, hay condicionantes que provocan temor entre los candidatos o que, en el peor de los casos, se antojan insuperables. La coyuntura económica negativa frena a muchos a la hora de emprender, sobre todo por la imposibilidad de disponer de un crédito, dada la exigencia de requisitos estrictos por las entidades bancarias, que permita poner en marcha la actividad. Los impuestos, como las altas tasas que soportan los autónomos, son otro hándicap.

Pero no todo son problemas económicos o de liquidez. Una compleja gestión del papeleo pertinente, la dificultad para completar los registros legales, burocracia excesiva o falta de información sobre los pasos a seguir para constituir la empresa son otras grandes fuentes de preocupación. A nivel personal, el miedo al fracaso se plantea como un temor común que limita a muchos profesionales a la hora de crear un negocio propio y desechan la idea antes de iniciarla.