ESTÁN POR DEBAJO DEL 1% Y LA MEDIA EUROPEA ES DEL 15%

Zaragoza tiene menos viviendas sociales de alquiler que la media española

Un estudio de la SMRUZ destaca la "notable" gestión de los actuales pisos de la Margen Izquierda. En ese distrito se ubican casi 600 de las 1.600 viviendas que hay en la ciudad

Aunque saca buena nota en su gestión, el Ayuntamiento de Zaragoza debe potenciar las viviendas municipales de alquiler, que están por debajo de la media de España (un 1%) y de la Unión Europea (un 15%). Así se desprende de un estudio sociológico encargado por la Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana de Zaragoza (SMRUZ) y que analiza el conjunto del medio millar de pisos de este tipo que se concentran en la Margen Izquierda de la ciudad.


En total, según datos reflejados en el propio informe, en Zaragoza hay en estos momentos unas 1.600 viviendas sociales de alquiler. De ellas, 569 se encuentran distribuidas en el Actur, el Arrabal y Parque Goya. En concreto, en estas zonas viven 1.500 vecinos. A pesar del déficit de este tipo de pisos, en las encuestas realizadas entre los inquilinos, se pone de manifiesto el notable resultado de la gestión que ha realizado la SMRUZ.


En ese sentido, no obstante, se marcan como líneas de actuación para los próximos años la necesidad de una forma "urgente" de mejorar los niveles educativos de los inquilinos, tanto en los niños como en los adultos. "Como primer paso en esta dirección, se debería lograr la escolarización temprana y gratuita de todos los menores de tres años", recoge el estudio coordinado por el profesor de la Universidad Ángel Sanz y en el que han partipado otros expertos.


Pero, además, establece que se debe potenciar el empleo y que el Ayuntamiento tiene que elaborar un plan de potenciación de los servicios públicos de las zonas "para compensar la situación de mayores déficits económicos y sociales de los inquilinos y facilitar su integración comunitaria superando el aislamiento". "En general se tienen que fomentar los centros educativos, de empleo, de ocio y tiempo libre y los equipamientos de salud", precisa el informe que también recoge como línea estratégica de gestión "la necesidad de mejorar el espacio público.


El estudio hace un análisis exhaustivo de los residentes y de la situación de los 569 pisos sociales de la Margen Izquierda. En concreto, apunta que la mayor parte de estas casas pertenecen al programa de las Mil Viviendas de Alquiler que impulsó el Ayuntamiento de Zaragoza en 1989 y se sitúan en el Actur: en la calle de Emiline Pankhurst y en el entorno de Margarita Xirgú. Los otros dos grupos de pisos se encuentran en Mariano Gracia (Arrabal) y en Parque Goya I (promoción más reciente). A estas, habría que sumarles otras 273 viviendas del Gobierno de Aragón en Ranillas y en García Márquez (aunque están fuera del estudio).


Análisis exhaustivo


Un 95% de los hogares consultados están satisfechos con la vivienda y solo los residentes de etnia gitana se muestran más críticos. Los problemas más denunciados son los relativos al ambiente confortable del piso en sí, especialmente en Mariano Gracia, o a la falta de atención a los arreglos como grietas, persianas, pintura...


Por otra parte, según se indica en este informe, no se han detectado situaciones conflictivas graves en la relación entre los inquilinos de estas viviendas y el resto de los vecinos. En buena medida, señala, por la labor de seguimiento y atención de la Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana. No son importantes las quejas por las minorías étnicas, pero es el doble por los gitanos, sobre todo, en Margarita Xirgú y Emeline, que por los extranjeros. El estudio asegura que la convivencia en estas zonas es buena, pero "no se puede ignorar" que en torno a dos tercios de los hogares consultados señalan aspectos negativos, que van desde la suciedad y el "deterioro de las zonas comunes, hasta los ruidos molestos, el escándalo, la falta de respeto a la convivencia...".


Por otra parte, en su estudio Ángel Sanz apunta que el Consistorio debería ofrecer a esta población la posibilidad de "salir" de sus "espacios privados" (la vivienda y el bloque) a lugares de encuentro, como talleres ocupacionales o centros de día para mayores.