Tribunales

El fiscal pide 8 años de cárcel para un presunto agresor sexual

El juicio se ha celebradoen la Audiencia Provincial de Zaragoza a puerta cerrada, y en el mismo han declarado el supuesto agresor, la víctima y la madre de ésta, así como dos médicos forenses y una psicóloga.

El Ministerio Fiscal ha mantenido la petición de ocho años y medio de prisión para un hombre juzgado por un delito de abusos sexuales contra una menor de 10 años, hija de su compañera sentimental.


El juicio se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza a puerta cerrada, y en el mismo han declarado el supuesto agresor, la víctima y la madre de ésta, así como dos médicos forenses y una psicóloga.Hechos ocurridos en el primer semestre de 2010

Los hechos enjuiciados tuvieron lugar en el primer semestre de 2010, cuando la menor, que convivía entonces con su madre biológica y el acusado, tenía apenas 10 años.


Según relata la fiscalía en su escrito provisional de acusación, el 23 de julio de 2010 la madre encontró en la basura de su casa unos papeles arrugados del cuaderno de su hija en los que leyó la frase "no soy virgen, no soy virgen", lo que provocó su alarma, y al día siguiente, en una conversación entre ambas, la niña confesó a su madre que había mantenido relaciones sexuales "consentidas" con su padrastro, Edis Orlando M.A., de 32 años. El acusado niega la imputación

Durante la vista, según han informado fuentes judiciales, el acusado ha negado la imputación de la menor, con la que ha asegurado no haber mantenido relaciones sexuales en ningún momento.


El fiscal tipifica los hechos como delito continuado de abusos sexuales y solicita para el acusado una condenada de 8 años y 6 meses de prisión, así como el pago de una indemnización de 12.000 euros por los daños morales causados.


La acusación particular, ejercida por el abogado Juan Pedro Bartolomé, ha mantenido su petición de nueve años de prisión y 15.000 euros de indemnización.


Por su parte, Juan Carlos Macarrón, representante legal del acusado, solicita la libre absolución de su cliente al entender que no hay pruebas reales que acrediten los hechos, y ha insistido en que la menor, en su declaración, ha mostrado numerosas contradicciones.


Además, ha hecho hincapié en uno de los informes forenses, que no da credibilidad a la víctima.