Itinerario histórico en torno a la figura del Tío Jorge
Una ruta ha reivindicado este domingo un monumento en la fosa común de Macanaz, donde se enterraron a unos 10.000 zaragozanos.
El Arrabal nunca se olvida de la figura del Tío Jorge, y sigue reivindicando un monumento conmemorativo que recuerde el bicentenario de Los Sitios de Zaragoza. "Durante el centenario en 1908 la ciudad recibió un importante legado de monumentos conmemorativos, como el de la plaza de Los Sitios o el mausoleo de las heroínas en el Portillo, pero un siglo después no va a quedar ningún legado de la conmemoración del bicentenario", apunta Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos Arrabal Tío Jorge.
Para rememorar la heroica defensa de Zaragoza y reivindicar una vez más el nonato monumento durante el bicentenario, este domingo, con motivo del 207 aniversario del fallecimiento del Tío Jorge, la asociación de vecinos en colaboración con las asociaciones Mariano Lucas, Los Sitios, Royo del Rabal y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora Virgen del Pilar, ha organizado un recorrido histórico reivindicativo.
La ruta ha partido esta mañana de la sede vecinal (calle Pano y Ruata), siguiendo por Sobrarbe, Valle Zuriza y Ruiz Castillo hasta el Peirón situado junto al Puente de Piedra, donde se colocaron coronas en homenaje a la defensa del Arrabal. Al llegar al Parque Macanaz, frente al Pilar, junto al lugar donde se ubica el osario donde descansan miles de vecinos fallecidos en los Sitios. La ruta continuó a la plaza del Rosario, donde se explicó la contienda, para luego acabar en la calle Ibort y la casa del Tío Jorge.
En el acto se puso especial énfasis en la reivindicación de la construcción del monumento a los caídos en Los Sitios en el lugar donde se encuentra la mayor fosa común de la ciudad, en el Parque de Macanaz, con los restos de más de 10.000 zaragozanos.
Una de las primeras medidas que tomó la autoridad francesa después de la capitulación, en 1809, fue el enterramiento masivo de los miles de cuerpos de defensores que se amontonaban en las calles y a las puertas de las iglesias, y este fue uno de los lugares elegidos para su enterramiento, por lo que desde el barrio siempre han pedido dignificar el espacio con un recuerdo a su memoria.
