Del colegio, a comer a la academia o la guardería

Varias academias y centros infantiles ofrecen comida y clases para niños a mediodía. Los padres valoran la enseñanza y la comida de calidad.

Niños que van a comer y recibir clases a la academia Funtastic School.
Niños que van a comer y recibir clases a la academia Funtastic School.
I.M.

A mediodía, un grupo de escolares vestidos con chalecos reflectantes salen del colegio y caminan agarrados a una cuerda, acompañados por monitores, rumbo a su academia o guardería. Dejan el cole por un rato, y van a comer y a recibir clases a algún otro centro cercano. Un par de horas después, los monitores les llevan de vuelta a su colegio. Esta opción de comedor más clases a mediodía fuera del colegio tiene cada vez más aceptación en Zaragoza.


"Empezamos hace un año porque nos lo pedían las familias. A mediodía tenemos 40 niños de cinco colegios. Nosotros vamos a buscarles con monitores cuando acaban sus clases de por la mañana. Vienen a la academia y aquí hacemos clases de inglés por niveles y edades. Y comen con catering caliente que nos traen cada día. Los niños vienen contentísimos y los padres están encantados. Los padres eligen esta opción porque es una forma de aprovechar los mediodías con una inmersión lingüística, y también valoran el servicio de comedor", explica Inma Marín, directora de Funtastic School (en la calle Bolonia).


Este grupo está cerrado con niños de cinco colegios: Agustinos, Carmelitas, Montessori, Corazonistas y Miraflores. Hay alumnos desde 4 años hasta 3º de la ESO. Las familias pagan 240 euros al mes, que incluyen comida, clases y acompañamiento de los colegios a la academia, siempre en inglés.


En la academia Number 16 (en la calle San Miguel) han empezado este curso a ofrecer las clases y comida de mediodía. "Muchos padres que ya traían a sus hijos a clases por la tarde nos pedían oferta a mediodía. Así los niños aprovechan más el tiempo y tienen las tardes libres para otras actividades. Hemos empezado con cerca de 20 niños de dos colegios. Nuestros profesores van a buscarles a sus colegios. Aquí hacen una hora de clase en distintos grupos y luego comen, y siempre hablando en inglés durante todo el tiempo. La comida de momento es de catering pero vamos a instalar una cocina propia", explican desde el departamento de marketing de la academia.


A la academia acuden niños de Corazonistas y Calasanz, y podrían ampliar a más colegios a partir de enero. Ofrecen dos, tres o cinco mediodías a la semana, desde 150 euros al mes (dependiendo del número de días).Preocupación por la calidad

Otra opción es ir a comer a una guardería cercana al colegio. Es lo que hacen a diario 45 niños del colegio Zalfonada, que van a comer al centro de educación infantil Andarines. "Muchas familias han sacado a sus hijos de los comedores escolares en los últimos años. Buscan otras alternativas, como contratar a alguien, organizarse entre ellos o llevarlos a otro sitio a comer", afirma Pablo Alconchel, portavoz de la Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad.


"Cambié a mis hijos a comer a Andarines el curso pasado. Es la guardería a la que habían ido de pequeños. Vienen monitores a buscarles al colegio y van andando. Está muy cerca y no tienen que cruzar ninguna calle. La comida es casera, la hacen allí a diario en cocina propia. En el colegio, el trato de las monitoras era muy bueno, pero mis hijos comían peor desde que se había implantado el sistema de línea fría. Ahora estoy más tranquila. Y el precio es similar", señala Pueyo Cortés, madre de dos niños de 5 y 8 años. Las familias pagan 100 euros al mes, con descuento para hermanos.

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