"Estaba a punto de volver a Grecia, pero tengo dos hijas y la vida allí es como una pesadilla"

Dos griegos que residen en Zaragoza cuentan cómo están viviendo lejos de sus casas la crisis de su país.

Zeta Kartsiakli y Giatgidis Manolis en Plaza de Aragón.
Zeta Kartsiakli y Giatgidis Manolis en Plaza de Aragón.
A.M.

Sin esperanzas y con la incertidumbre de no saber qué va a pasar en su país, Zeta Kartsiakli y Giatgidis Manolis son dos ciudadanos griegos "preocupados" por el colapso económico y social que vive Grecia. Cada uno tiene una historia que contar. Ambos residen hoy en Zaragoza y ninguno tiene planes de volver a su país. La crisis que golpea a Grecia les supera. 


"Mi vida ha cambiado por completo. Estaba a punto de volver a Grecia, pero mi marido me llamó y me dijo: 'No te atrevas a regresar hasta que no mejoren las cosas", cuenta Zeta Kartsiakli. Esta griega de 39 años vino a España el 29 de enero de 2015 con sus dos hijas pequeñas. No venía en busca de empleo pero sí de nuevas experiencias que le iba a aportar su estancia de Erasmus; estancia que "se va a alargar", lamenta Zeta. "Me siento atrapada. Como si no me dejaran volver a casa. Es como una pesadilla". 


Pero, desde el pasado domingo, su vida en Zaragoza se ha complicado. El anuncio del cierre de los bancos en el país heleno ese mismo día ha obligado a esta madre a vivir con 60 euros al día e incluso verse en la situación de no poder pagar el alquiler del mes de agosto. "El fatídico corralito que vive Grecia también lo estoy sufriendo aquí. El lunes y el martes no pude sacar dinero y tengo dos niñas pequeñas de 6 y 4 años", relata Zeta, quien vaticina que el corralito ha venido para quedarse". 


Por su parte, Giatsidis Manolis se define como "más maño que griego". Instalado desde hace más de 38 años en Zaragoza, este profesor de Griego Moderno en el Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Zaragoza se siente "enfadado" con el trato de los europeos a Grecia. "Es una situación surrealista la que están viviendo allí. Nadie imaginaba que pudiera darse la situación de corralito en un país europeo", sentencia. 


Manolis tiene dos hermanos viviendo en dos grandes ciudades del país heleno (Atenas y Tesalónica) y el cierre de los bancos les pilló por sorpresa. "Los dos tienen el dinero en una cuenta a plazo fijo y no pueden sacarlo porque no tiene tarjeta de crédito.", cuenta Manolis, quien asegura que su madre fue más precavida: "Guardó algo de dinero y pueden resistir al golpe, pero creo que mis hermanos no van a recuperar sus ahorros". 


Y es que la banca helena mantendrá la persiana echada "varias semanas", dice el profesor: "Creo que durará más del 6 de julio, día de después del referéndum, porque si no la gente seguirá en las puertas de los bancos queriendo sacar los ahorros de toda su vida", apunta Manolis. 


Pero a la sacudida de los mercados se une la desolación, el miedo y la incertidumbre de la población griega. "La calidad de vida ha empeorado en esta semana muchísimo. La gente vive con terror y lo peor es que no existen esperanzas de que mejore", señala Zeta desolada. "Mi familia lo está pasando muy mal", confiesa la mujer, quien critica que se primen las políticas económicas frente al bienestar de una población. 

¿Qué está pasando en Grecia?

Es la pregunta del millón. Cuesta entender el problema, y algunos como Manolis apuntan a una gran confabulación. "El corralito era impensable. He llegado a creer en teorías conspirativas", dice. Porque lo que está claro, continúa el profesor, es que "Grecia no puede pagar la deuda contraída con Europa". 


Los griegos están muy enfadados con los europeos. "La Unión Europea no está rescatando ni ayudando a Grecia, sino a los bancos alemanes", apunta Manolis, quien asegura que la crisis griega puede ser peor: "Pueden cerrar las fronteras e incluso tomar el poder mediante un golpe de estado". El Gobierno de Syriza es como la mosca dentro de la leche

"Cuando ganó el nuevo gobierno de izquierdas me ilusioné. Es gente que tiene ganas de trabajar por Grecia. Pero hay que darles tiempo para poder juzgarles", aclara el profesor de Griego Moderno en la UZ. 


Pero para Europa el gobierno heleno es como "la mosca dentro de la leche", según Manolis: "No quieren dar manga ancha a Tsipras porque si triunfan sus políticas llegarían al poder más gobiernos de izquierdas y es algo que desde Europa no van a permitir".


"Presionan al Gobierno de Syriza para evitar el ascenso de Podemos en España y hacer creer a la sociedad que sus políticas no funcionan", apunta Monolis: "Los europeos van a aprovechar el referéndum del próximo lunes para expulsar a Tsipras del Gobierno", concluye.

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