Uno de cada cuatro avisos a la Policía por ruido acaba en multa

El 092 recibió el año pasado 1.800 llamadas por este motivo, que derivaron en 439 sanciones.

Uno de cada cuatro avisos a la Policía por ruido acaba en multa
Uno de cada cuatro avisos a la Policía por ruido acaba en multa

Zaragoza sigue siendo ruidosa. Al menos así lo indican las cifras de denuncias, avisos a la Policía y procedimientos judiciales emprendidos en la capital aragonesa por este motivo. Bien es cierto que los decibelios procedentes del tráfico rodado se han reducido considerablemente en los últimos años, pero las molestias generadas por los vecinos, los bares y conciertos y el botellón siguen muy presentes.


Solo el teléfono de la Policía Local recibió el año pasado un total de 1.832 llamadas alertando de ruidos molestos (un 10% más que en 2013), la mayoría durante las horas nocturnas. De todas estas quejas, tan solo 439 -una de cada cuatro- acabó en denuncia formal. En el resto, los agentes no apreciaron una infracción de la normativa actual tras hacer las mediciones pertinentes.


Una de las principales causas de conflicto es el ruido vecinal. El cambio en los hábitos de ocio y la crisis económica han trasladado buena parte de las fiestas y celebraciones de la calle y los bares al propio domicilio, donde las copas salen más económicas y no hay prohibición de fumar. Un cóctel que suele acabar en quejas por parte de los pisos cercanos y, en caso de reiteración, en denuncia ante la Policía.


Y estas prácticas pueden ser más caras de lo que parecen. La Ley establece multas de hasta 300.000 euros por exceso de ruido. Llegar al límite de los 5 decibelios puede acarrear multas de hasta 600 euros.


Según el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, solo en Aragón se pusieron en marcha más de 2.000 procedimientos judiciales entre vecinos el año pasado. Y de todas estas disputas, el 35% tenía que ver con el ruido.


En ocasiones, los ruidos provienen de obras en los pisos. En estos casos hay que tener en cuenta que, según la Ordenanza para la protección contra ruidos y vibraciones en el término municipal de Zaragoza, desde las 22.00 a las 8.00 está prohibido realizar cualquier obra, a no ser que sea de urgencia.

Bares y charangas

En cuanto a los bares, apenas acumulan medio centenar de denuncias al año, y la saturación de las zonas de marcha, aunque no ha desaparecido totalmente, queda muy lejos de los niveles que alcanzaba hace una década. De hecho, su principal fuente de conflictos con la ley tiene que ver con el límite de horario, vulnerado habitualmente para exprimir las pocas horas de rentabilidad que tiene el sector de la noche.


Los conciertos, por su parte, suelen concentrar las quejas en los grandes festejos, como las fiestas del Pilar, o las de los barrios. Las carpas multitudinarias acumulan un buen número de quejas cada año. Aunque ahora son las charangas, la última moda en las celebraciones de las despedidas de solteros, las que más ampollas están levantando entre los vecindarios del centro de la capital aragonesa.