A pesar de la oposición que han mostrado desde varios organismos parece que la implantación de los grados de Magisterio en la Universidad de San Jorge es toda una realidad. Después de que el departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte diera el visto bueno a la creación de estas titulaciones, ahora han firmado el convenio que regulará las prácticas de estos estudiantes durante los próximos años.

El reglamento que se ha aprobado es igual al que rige las relaciones entre la Universidad de Zaragoza y la DGA, por lo que el número de plazas públicas y concertadas se deberá dividir entre los alumnos del campus público y los del privado. “Si el hecho de que se pongan en marcha estas carreras supone una sobredimensión de titulados, el aumento de alumnado para realizar prácticas implicará más impedimentos para encontrar plazas suficientes”, sostiene Enrique García, decano de la facultad de Educación de Zaragoza.

No obstante, destaca que el verdadero problema llegará dentro de cuatro años. “Durante los primeros tres años, las prácticas son generales y gracias a la gran variedad de colegios con los que existen convenios firmados, nunca hemos tenido falta de plazas”, sostiene. Sin embargo, durante el último año de carrera, los alumnos deben especializarse, lo que sí puede generar algún que otro inconveniente.

“Cada año tenemos que hacer más encajes de bolillos para conseguir adecuar las plazas que tenemos al número de universitarios”, lamenta García. Esto se produce fundamentalmente entre aquellos que prefieren ser profesores de Audición y Lenguaje y Educación Física. “Son las especialidades más demandadas, con unos 50 estudiantes en la primera y más de 60 en la segunda”, señala. La gran demanda unida al cada vez menor número de profesores especialistas contratados “debido a los recortes” ha provocado que en los últimos años haya habido “bastantes dificultades”.

“Tenemos que buscar centros que estén en Zaragoza o en algún pueblo cercano como Utebo ya que muchos estudiantes no pueden o no quieren desplazarse, además, al ir a zonas rurales hay una mayor problemática con los seguros”, sostiene. Este hecho ha provocado que durante este año “se han tenido que ir combinando los cuatrimestres para que finalmente todos pudieran realizar las prácticas”.

Una minuciosa labor que se prevé todavía más complicada cuando lleguen los alumnos de la Universidad San Jorge. “La DGA deberá establecer algún tipo de criterio para realizar la selección porque si no será imposible”, subraya. Desde el Gobierno de Aragón explican que los estudiantes de la Universidad de Zaragoza tendrán preferencia sobre los de otros centros con los que se tienen firmados convenios desde hace años, incluida la San Jorge. "Las plazas que queden sin cubrir se asignaran al resto de alumnos", subrayan. 

De momento, lo único confirmado es que a partir del próximo curso habrá 120 estudiantes más de Magisterio, 60 procedentes de la titulación dedicada a Infantil y otros 60 a Primaria.

Convenios con colegios privados

Una de las opciones que los dos centros barajan es la firma de convenios con escuelas privadas por parte de la Universidad de San Jorge. Una cuestión que, según subraya García, no se puede trasladar a la pública. “Nosotros no podemos hacerlo, pero supongo que en la San Jorge valorarán esta opción”, destaca.

De hecho para la universidad privada puede ser más económico que sus estudiantes realicen prácticas en escuelas privadas puesto que si acuden a públicos o concertados deben pagar 507 euros por cada universitario. Un precio que pagan solo los centros privados, sea cual sea la especialidad que se estudie. El dinero va destinado "a la formación del profesorado de los centros participantes".  

Además, los convenios firmados por ambos campus especifican que a “cada maestro tutor de prácticas se le podrá asignar un máximo de dos alumnos”, mientras que hasta el momento, según asegura García, “no se ha dado esta situación”.