Los tesoros de la Iglesia de San Pablo, al descubierto

La parroquia ha iniciado visitas guiadas y ha abierto una página en Facebook para dar a conocer el valioso patrimonio del monumento.

"Vi el anuncio en Facebook y me pareció una ocasión que no había que perderse". Luis Gálvez era este martes uno de los primeros vecinos que acudía a las visitas guiadas que desde esta semana ha puesto en marcha la Parroquia de San Pablo, consciente de los tesoros que alberga este el monumento Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad dentro del conjunto del mudéjar aragonés. "Sería bueno que pudiésemos tener visitas guiadas en otras muchas parroquias de Zaragoza para conocer mejor su valor", comentaba este zaragozano.


Desde esta semana, en distintos horarios de mañana y tarde, se abre una ocasión para vivir una experiencia artística a través de los tesoros y secretos de la iglesia y la torre de este espectacular templo, resultado de una serie de añadidos que fueron ampliando el núcleo original del siglo XIV, y constituye el testimonio más valioso del mudéjar en la capital aragonesa.


La visita permite adentrarse en el extraordinario espacio que constituye el arranque de la torre octogonal que quedó abrazada por el claustro gótico con la ampliación, y ascender por su escalinata entendiendo un modelo constructivo heredero de los alminares de las mezquitas, con una doble torre exterior y otra interior rodeada por la escalera que asciende hasta el campanario. Una subida de un centenar de escalones en la que se contemplan una de las escasas muestras de decoraciones pictóricas del mudéjar que se conservan en Zaragoza, y rodea las cámaras interiores de la estructura arquitectónica, que al parecer también fueron usadas como esconjuraderos de tormentas. "Es una iglesia muy vinculada a cultos populares y a la tradición agrícola", explica Sergio, uno de los guías.


Y en la cúspide, vistas privilegiadas de Zaragoza y un horizonte de otras atalayas como las de la monumental iglesia de Santiago, las torres del Pilar o La Seo, y la visión a vista de pájaro de la nueva Zaragoza, especialmente bella si la visita coincide con la luz del ocaso. "Es impresionante", comenta Olga, una turista llegada desde Australia de visita tres días en Zaragoza.


Además de la torre, las visitas profundizan en los tesoros del templo como el coro, capillas de gran interés artístico y arraigada tradición del culto popular como en el caso de San Blas y San Antón y, especialmente, el altar mayor de Damian Forment joya del Renacimiento, que ya luce las impresionantes puertas recientemente instaladas después de haber permanecido durante décadas ocultos sus lienzos y tras un complejo proceso de restauración.


"La iglesia de San Pablo, pese a todas sus declaraciones de monumentalidad, es la gran desconocida de Zaragoza, y lamentablemente ha estado abandonada a su suerte durante décadas. Con este proyecto se pretende, además de dar a conocer una joya del patrimonio histórico-artístico de máximo nivel, contribuir al resurgimiento de esta zona de la ciudad", explican desde la parroquia.


La visitas cuestan dos euros la iglesia, tres euros la torre y el claustro y por cuatro euros se puede acceder a una visita de todo el conjunto. Se puede obtener más información sobre tipos y horarios de los itinerarios en el email visitas@sanpablozaragoza.org y en la página de Facebook que se ha habilitado.