Adiós al Redistribuye después de tres años, más de 100.000 lotes de comida y muchas críticas

En abril comienza la nueva tarjeta, aunque se repartirán lotes pendientes del Redistribuye hasta mayo.

Lote de Redistribuye para cuatro personas
Adiós al Redistribuye después de tres años, más de 100.000 lotes de comida y muchas críticas

El programa municipal de reparto de alimentos Zaragoza Redistribuye vive sus últimas semanas, tras tres años de funcionamiento y polémica, y toneladas de alimentos repartidas. Muchas entidades sociales habían criticado este programa, que finaliza por la condición impuesta por IU al PSOE para la aprobación del presupuesto de 2015. En abril, el Ayuntamiento pondrá en marcha una nueva tarjeta-vale para la compra de alimentos. Pero los lotes pendientes del Redistribuye continuarán repartiéndose hasta principios de mayo.


Zaragoza Redistribuye ha repartido 112.953 lotes de comida entre familias necesitadas desde su puesta en marcha en febrero de 2013 hasta ahora. Empezó en cuatro barrios (Delicias, Las Fuentes, Almozara y La Jota) y después se extendió a toda la ciudad. El objetivo era dar respuesta a la situación de "emergencia social" por la crisis.


Según el Ayuntamiento, en estos tres años ha llegado a 286.301 personas, aunque los partidos de la oposición y la Plataforma de Profesionales de los Servicios Sociales del Ayuntamiento difieren a la hora de interpretar estas cifras. Estos explican que los lotes se conceden para cuatro semanas, así que ha habido 28.238 ayudas (a personas solas o familias). Como muchos usuarios repiten varias veces a lo largo del año, en realidad el número de beneficiarios sería inferior a 28.000. En esta última semana se han repartido 1.510 lotes, que han beneficiado a 3.794 personas.


Los beneficiarios solicitaban la ayuda a los servicios sociales y recibían un lote de comida (fundamentalmente de productos no perecederos) durante cuatro semanas. Tenían que ir a buscar la comida a un centro municipal. Los trabajadores sociales y los usuarios han criticado tanto el contenido de los lotes como el modelo de ayuda "asistencialista" y "estigmatizante". El grupo municipal del PP también criticó su alto coste (500.000 euros al año) y que casi el 40% del presupuesto se destinaba a gastos de funcionamiento (personal, alquileres, publicidad, transporte) y no a la adquisición de comida.Nuevas tarjetas para los supermercados

En abril, convivirán los dos modelos de ayuda: los últimos lotes del Redistribuye y las nuevas tarjetas. "Los lotes se van a seguir prescribiendo hasta la primera semana de abril. Como su duración es de cuatro semanas, se repartirán hasta principios de mayo. Y en abril, tras la firma del acuerdo del Ayuntamiento con los supermercados, comenzarán a repartirse las tarjetas. Nadie se va a quedar sin ayuda", explican desde la concejalía de Acción Social.


De momento el Ayuntamiento tiene cerrado el acuerdo con Eroski y Simply, y sigue negociando con otras cadenas de supermercados. Los usuarios recibirán la tarjeta, que tendrá una identificación personal, y podrán comprar en estos centros productos no perecederos, frescos y de higiene. La tarjeta excluye algunos productos que no se consideran de primera necesidad: bebidas alcohólicas y refrescos; carnes, pescados y mariscos de primera categoría, conservas gourmet; productos de pastelería y alta repostería; determinados cosméticos y perfumes.


Antes del Redistribuye y durante la duración del programa, ya existían unas tarjetas similares para la compra de algunos productos. Las nuevas tarjetas buscan simplificar y ampliar las ayudas, según fuentes municipales. Falta definir el importe de estas tarjetas, que variará en función de las familias y su situación económica.


"Con la implantación de esta tarjeta se mejorará la distribución del reparto de alimentos. Cambia el formato y desaparecen los gastos de gestión", señaló el consejero de Acción Social, Roberto Fernández, en rueda de prensa tras anunciar el fin del Redistribuye.


La plataforma de trabajadores sociales celebró el fin del Redistribuye, pero tiene dudas sobre el funcionamiento de la nueva tarjeta. "Falta mucha información a pocos días de su puesta en marcha. No sabemos qué importe tendrán las tarjetas ni cómo se va a hacer la limitación de productos. ¿Quién decide qué tiene que comer una persona? Por ejemplo, ¿una napolitana se considera alta repostería? Parece que se valora más la comodidad de la gestión para el Ayuntamiento que el bien ciudadano", critican desde la plataforma.