Cuatro perros (y una sorpresa), aislados por la crecida del Ebro

Una pareja zaragozana consigue rescatar a sus animales gracias a las redes sociales.

Dos pescadores se prestaron al rescate de los animales
Dos pescadores se prestaron al rescate de los animales

Tana, Kaiser, Lolo y Max ya están a salvo de la riada. Ellos, y los doce cachorros que tuvo Tana durante su aislamiento en una vivienda del camino Almozara-Monzalbarba anegada por el agua del río Ebro.


Estos cuatro perros han estado abandonados desde que el domingo los bomberos rescataron a sus dueños, Estefanía, Adrián y una hija de tan solo 3 años, pero no a ellos.


No fue hasta el lunes -el caudal alcanzaba el metro y medio de altura en la casa-, cuando una operación de rescate voluntaria de ciudadanos anónimos les devolvió a tierra firme.


“Cuando nos rescataron los bomberos, los perros se pusieron nerviosos y empezaron a ladrar. Como dos de ellos son 'pitbull', y no teníamos ni transportines ni bozales, nos dijeron que allí estaban bien, que no les pasaría nada”, relata Estefanía, tras vivir dos días de nervios, lágrimas y pocas horas de sueño. “No me lo reconocieron directamente, pero creo que los dejaron allí por su raza”, lamenta.


A partir de entonces, y gracias a las redes sociales y a la colaboración desinteresada de protectoras de animales y ciudadanos anónimos, comenzaron a organizar una improvisada operación de rescate. “Hubo una gran movilización, el teléfono no me paraba de sonar y llegaban muchísimos comentarios a Facebook”, donde se hicieron los llamamientos de apoyo, con la ayuda de asociaciones como Adala, Espolones, PACMA o Catuscan.


Finalmente, se organizó una quedada a las 11.30 de este lunes para “intentarlo como fuera”. Afortunadamente, “aparecieron dos chicos que no conocíamos de nada, Diego y Titín, con barcas para el rescate”, relata Estefanía. “Eran pescadores y sabían lo que hacían, pero no había chalecos para todos”, confiesa.


Aún así, se lanzaron en busca de los cuatro perros, al mediodía, y “cuando estaban a mitad, aparecieron los bomberos, fueron muy majos con nosotros y en seguida fueron con su lancha a ayudar”, cuenta sonriente.


La sorpresa llegó cuando comprobaron cómo Tana, la hembra 'pitbull', había parido en sus horas de aislamiento 12 cachorros. "Yo creo que fue del estrés, pero están todos bien", asegura.


Dos horas después, Estefanía y Adrián se reunían con sus animales al otro lado de la orilla, sanos y salvos. Ahora están alojados en casa de unos familiares, mientras los perros quedan al cuidado de las protectoras hasta que puedan regresar a su hogar. “No sabemos cuándo podremos volver, porque todavía hay muchísima agua, pero tiene pinta de que va para largo”, concluye.