Dos traslados a la fosa común podrían acabar en los tribunales

El Consistorio dice que se equivocó en uno de los casos y lo asume “con todas las consecuencias”.

Los zaragozanos empezaron a acercarse ayer al cementerio de Torrero de Zaragoza, imagen de archiva.
Dos traslados a la fosa común podrían acabar en los tribunales
Asier Alcorta

Las exhumaciones de los restos mortales de dos personas que descansaban en sendos nichos del cementerio de Torrero y acabaron en la fosa común del camposanto podrían suponer un nuevo frente judicial para el Ayuntamiento de Zaragoza, a juzgar por el descontento de los familiares con tal desagradable situación que afirman que el traslado se trató de un error. El concejal delegado de Equipamientos y Cementerios, Laureano Garín, confirmó este jueves en la comisión de Urbanismo la existencia de ambos casos pero solo reconoció el error municipal en uno de ellos.


Garín afirmó que detrás de una de las exhumaciones, que se realizó en un nicho cuya propiedad estaba concedida (y por tanto pagada) para 49 años, hubo un "fallo humano" en el proceso y que el Ayuntamiento lo asume “con todas las consecuencias”.


“Lamentamos que se haya producido. Ha habido un perjuicio moral y habrá que resolverlo”, dijo el responsable municipal.


Ese error puede suponer un frente judicial más para el Ayuntamiento si la familia del difunto decide acudir a los tribunales por el daño causado, como recordó en la comisión el concejal del PP Fernando Ledesma.


El concejal criticó además la respuesta que recibieron estas familias cuando pidieron explicaciones. A su juicio fue “lamentable”. “Puedo admitir que se haya cometido algún error pero no que el responsable no sepa dar una respuesta a los ciudadanos”, dijo Ledesma.


Respecto al otro caso, Garín consideró “que está por ver” si el Ayuntamiento obró mal. Se trata de un nicho que estaba concedido a perpetuidad en la década de los 80 para el que en enero de 1995 se solicitó y se resolvió un cambio de titularidad.


Más tarde, concretamente el 3 de julio de 2013, al Ayuntamiento le consta la renuncia expresa de la persona titular de la propiedad del nicho aunque, según explicó Garín el 17 de octubre de 2014 el hijo del titular originario del nicho (fallecido en 1987) se interesó por el enterramiento y vio cómo los restos mortales de su familiar habían sido trasladados a la fosa común.


Es una situación en la que no está claro qué sucedió con la exhumación por lo que el Consistorio no reconoce sin ambages su responsabilidad, como sucede en el otro caso.


En 2010 se inició un ambicioso plan de recuperación de nichos en el camposanto de Torrero cuyas cifras de exhumaciones superan las 2.200, según datos oficiales, y que ha permitido garantizar el espacio en el cementerio para varios años.