Las auxiliares de enfermería de la Residencia Romareda advierten de la falta de personal

"No se cumplen unos ratios mínimos para dar al usuario una atención óptima y especializada".

Las auxiliares de enfermería de la residencia de personas mayores Romareda de Zaragoza, de gestión pública y perteneciente al Instituto Aragonés de Empleo (IASS), han advertido de "la falta de personal de atención directa y de medios mecánicos suficientes", además de rechazar incluir los festivos anuales dentro de la distribución del calendario de trabajo ya que "por pacto son de libre disposición".


En una nota de prensa, el sindicato CGT ha explicado que estas trabajadores se están concentrado cada viernes a las puertas de la residencia desde el pasado mes de enero en rechazo a la "mala gestión" de la dirección del centro.


Asimismo, han indicado que en esta residencia "no se cumplen unos ratios mínimos aceptables para dar al usuario una atención óptima y especializada" y han recordado que son personas mayores de 65 años, "con grandes necesidades, tanto motoras como psíquicas".


Igualmente, CGT ha manifestado que en mayo de 2014, y tras el "polémico cierre" de la Residencia de Movera, se crearon 12 puestos de auxiliares para reforzar la "precaria plantilla" de la residencia Romareda.


A pesar de esas nuevas incorporaciones, "las cargas de trabajo en el centro no han mejorado" y "durante meses" las auxiliares "han estado cubriendo bajas y vacaciones, mientras el volumen de trabajo continúa creciendo puesto que la residencia se ocupa plenamente con usuarios cada vez más dependientes".

Imposición

CGT ha sostenido que el pasado mes de septiembre, "y tras varios intentos fallidos" por parte de la junta de personal de llegar a una negociación con la dirección del centro, ésta ha decidido "imponer su propio criterio, tanto respecto a los ratios mínimos, como a los días festivos, incluyéndolos en unas ruedas de trabajo modificadas y sin ningún consenso con los trabajadores, realizadas por la propia dirección".


Por todo esto, se ha generado un "malestar creciente" por parte de los trabajadores de la residencia, que "hace cada vez más inaguantable la situación laboral que se está viviendo en dicho centro, tanto a nivel físico, como mental, que deriva en multitud de bajas de los trabajadores".


Esto, a su vez, "merma la calidad asistencial del residente porque la escasez de personal y las ruedas interminables de trabajo seguido, con pocos días de descanso para el trabajador, no permite dedicar el tiempo necesario a la atención óptima que requiere cada uno de los residentes, muchos de ellos con grandes demencias, y la gran mayoría con necesidades de cuidados muy específicos", han esgrimido desde CGT.


La organización sindical ha precisado que solo este centro y la Residencia Javalambre del conjunto que gestiona directamente el IASS "se encuentran con esta precariedad asistencial", mientras que otros "sí cuentan con personal, recursos y respeto por los pactos acordados con los trabajadores".


Por eso, se han preguntado, "de quién es la culpa de que un centro de mayores tan grande y tan emblemático, que está situado en pleno corazón de la capital aragonesa, no disponga de todo lo necesario para cuidar de los últimos días de nuestros mayores en condiciones óptimas".


En este punto, han cuestionado si "se debe a recortes presupuestarios por parte de la Diputación General de Aragón o, por el contrario, a una nefasta gestión por parte de la dirección de la residencia Romareda".