La DGT vuelve a retrasar su decisión sobre la circulación de bicicletas en zonas peatonales

El Ayuntamiento de Zaragoza continúa a la espera de la decisión estatal, que podría levantar el actual veto en algunos espacios.

Pasan los meses y la incertidumbre sigue. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha vuelto a posponer la aprobación definitiva del nuevo reglamento de circulación que, entre otras cosas, debe regular el tránsito de las bicicletas por las ciudades. El Ayuntamiento sigue pendiente de esta decisión para saber si debe mantener el actual veto a los ciclistas en las aceras y en los espacios peatonales, como consecuencia de la aplicación de una sentencia judicial.


En principio, el reglamento tenía que haber estado aprobado antes de final de 2014. Este nuevo texto normativo, en su último borrador, impedía la circulación por las aceras salvo para los menores de 16 años y para un adulto que los acompañe. Sin embargo, sí que permitía transitar por determinadas zonas peatonales, como calles ‘tipo Alfonso I’ o grandes plazas, siempre que lo autorizaran los respectivos ayuntamientos. De confirmarse esta posibilidad, el equipo municipal tendría que volver a cambiar su actual normativa, que restringe el paso de las bicicletas por cualquier espacio peatonal.


A pesar de que el reglamento se esperaba para antes del cierre del año, ya el pasado mes de diciembre Juan Carlos González, el subdirector adjunto de Investigación de la DGT, avisó de que estaría listo "en dos o tres meses". Actualmente se está analizando el dictamen que emitió el Consejo de Estado, para incorporar las recomendaciones que se consideren oportunas.


Sobre las bicicletas, el Consejo de Estado advierte de un posible "problema de competencias" a la hora de regular la circulación por las ciudades. Sin embargo, hasta que el Consejo de Ministros no apruebe el texto definitivo no se podrá saber cómo queda finalmente la normativa, y cómo la adapta el Ayuntamiento de la capital aragonesa.

Modificación impuesta

La reacción del Consistorio tras la sentencia del Tribunal Supremo que prohibía la circulación por las aceras fue modificar la ordenanza y acompañarlo de otras medidas más contundentes: se borró la acera bici del paseo de la Independencia -sin embargo, se mantienen las de Vía Ibérica, avenida de la Academia General Militar y el entorno de Aragonia- y se instalaron señales que recordaban la prohibición. La huelga de celo de la Policía Local, algunos de cuyos agentes fueron especialmente rigurosos con los ciclistas, hizo extenderse la nueva normativa municipal.


Posteriormente, el equipo de gobierno municipal abrió algo la mano, permitiendo circular por las calles en las que pueden entrar vehículos de carga y descarga y por los bulevares de los paseos de Sagasta y Constitución. Para favorecer la circulación de las bicicletas por las calzadas, se instalaron semáforos intermitentes para ellas en el paseo de la Independencia. También se anunció que se limitaría a 30 kilómetros por hora la velocidad por el carril derecho de las grandes avenidas, aunque de momento no se puesto en marcha.


Ante la próxima aprobación del reglamento de circulación, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha solicitado a Tráfico que tenga en cuenta las alegaciones que presentó, y que no se permita autorizar la construcción de nuevos carriles bici por las aceras de las ciudades. Desde Cermi han apuntado que se pondría "en peligro la integridad de los peatones más vulnerables, como las personas con discapacidad y los mayores", por lo que han pedido conciliar la movilidad sostenible con "la seguridad e integridad de los peatones", que son "la parte más frágil" en caso de que haya un conflicto.