El sospechoso de ébola recibe el alta y ya se encuentra en Monzón

La cuarentena en la que estaban sus dos compañeros de piso se levantó este fin de semana tras confirmarse el segundo negativo.

El paciente de Mali por el que tuvo que activarse el protocolo antiébola el pasado miércoles ya se encuentra en su casa de Monzón después de que la doble analítica descartara el contagio. Según confirmaron fuentes del Departamento de Sanidad, este lunes por la tarde recibió el alta y abandonó el hospital Royo Villanova de Zaragoza para regresar a su domicilio. En él estuvieron aislados sus dos compañeros de piso, por orden del juzgado de Monzón tras la petición efectuada por Salud Pública, ya que habían estado en contacto con este paciente, de 31 años, cuando empezó a manifestar los síntomas. Sin embargo, tras descartarse el ébola, ya no existía ninguna posibilidad de que se hubieran contagiado y esta orden de cuarentena se retiró el fin de semana, en cuanto llegó el segundo negativo (el sábado a mediodía).


Esa misma jornada, el vecino de Monzón que se encontraba en el Royo Villanova pasó a planta, donde estuvo 48 horas antes de que se le diera el alta definitiva. Finalmente, los médicos han constatado que tenía una simple faringitis. Esta inflamación tiene unos síntomas iniciales parecidos a los del ébola -cefalea, fiebre y dolor de garganta- y, dado que el paciente acababa de regresar de unas vacaciones en su país natal, se decidió activar el protocolo por precaución. Sin embargo, los médicos vieron desde el principio pocas posibilidades de que el enfermo tuviera ébola, ya que solo había estado en Bamako -capital del país donde está el foco del virus- cuando se dirigía desde su pueblo hacia esta ciudad para coger el avión.


De esta forma se acaba el caso del segundo paciente por el que ha sido necesario activar el protocolo ante un posible caso de ébola en Aragón. El anterior fue en verano, cuando un guineano residente en la capital aragonesa, que también acababa de regresar de su país natal, acudió al Miguel Servet con síntomas que cuadraban con los del ébola. Sin embargo, luego se constató que este enfermo tenía en realidad malaria y también fue dado de alta a los pocos días.


Por su parte, el vecino de Monzón no tenía paludismo, pese a que los médicos del Royo Villanova le empezaron a administrar un tratamiento contra esta enfermedad en cuanto llegó. Esta decisión se tomó porque es muy común que un sospechoso de ébola tenga esta enfermedad, ya que también tiene unos síntomas iniciales similares.


Hay que recordar que el protocolo indica que, para que una persona pueda ser considerada sospechosa de ébola, debe cumplir dos criterios: el de los síntomas -fiebre de más de 37,7 grados, cefalea...- y haber estado recientemente en uno de los países afectados por el actual brote. Por esta razón, aunque las alarmas han saltado hasta en cuatro ocasiones en Aragón por un posible caso, solo se ha tenido realmente que activar el protocolo por dos pacientes. Una de esas falsas alarmas ocurrió este 15 de noviembre, cuando un africano acudió al Clínico con síntomas similares. Pero al no haber estado en un país de riesgo -sino en Gambia-, el virus se descartó y no fue necesario activar el protocolo.