Detenida una mujer por el asesinato de sus dos hijas y por intentar dar muerte a una tercera

Los madre, de origen marroquí, dijo que los bebés habían fallecido por muerte súbita, pero la Policía cree que fueron asfixiados.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional detuvo el pasado lunes en Zaragoza a una madre como presunta responsable de la muerte por asfixia de su bebé, una niña de corta edad a la que en principio se creía víctima de una muerte súbita. Pero la mujer será puesta hoy a disposición judicial por un doble asesinato, ya que los investigadores están convencidos de que esta utilizó hace un tiempo el mismo método para acabar con la vida de otra de sus hijas. Además, le imputan también el homicidio frustrado de una tercera, de la que ahora se han hecho cargo los servicios sociales del Gobierno aragonés.


Según ha podido saber HERALDO, la detenida tiene pareja estable, pero la Policía considera que este hombre no tiene ninguna vinculación con el fallecimiento de los bebés, de cuya edad todavía no se ha informado. Es más, se desconoce si es el padre de las niñas.


La investigación se inició el pasado 22 de noviembre, cuando se tuvo noticia del fallecimiento de una menor en circunstancias cuando menos extrañas. Porque aunque en principio se apuntaba a un posible fallo cardíaco como causa del deceso, los antecedentes familiares levantaron sospechas y llevaron a la titular del Juzgado de Instrucción número 3 a abrir diligencias. Dada la complejidad del caso, la magistrada decidió también declarar las pesquisas secretas, por lo que no ha sido hasta que se ha producido el arresto de la madre cuando ha trascendido la trágica noticia.


La Jefatura Superior de Policía de Aragón se limitó ayer a confirmar la detención e informar de que la mujer será trasladada hoy a la Ciudad de la Justicia para prestar declaración ante el juez de guardia. En cuanto a la identidad de la detenida y los detalles que envuelven esta investigación, estas mismas fuentes explicaron que al estar secreta no se facilitarán más datos hasta que lo autorice la juez.


Sin embargo, según ha podido saber este periódico, los responsables del Grupo de Homicidios fueron los primeros en sospechar de que la muerte de la niña podría no ser natural. Y lo hicieron porque no era la primera vez que esta mujer perdía una hija en circunstancias muy similares. Es decir, aparentemente, como consecuencia de una muerte súbita.


Se descarta el fallo cardíaco


Durante los últimos diez días, la jueza ha trabajado de forma sigilosa sobre dos vías de investigación. Por un lado, la estrictamente médica, ya que había que recopilar la mayor información posible sobre las causas del fallecimiento. Por otra, la policial, centrada en las declaraciones del entorno familiar.

Según los especialistas, practicar una autopsia a un bebé entraña una gran complejidad, máxime en un caso como el presente, en el que se baraja una posible muerte súbita. Cuando esta se produce, el fallo del corazón termina desencadenando un paro respiratorio y la consiguiente asfixia. Pero en niños de tan corta edad resulta muy difícil determinar qué se produjo antes, si el problema cardíaco o el respiratorio. Máxime, cuando no aparecen elementos extraños en la garganta susceptibles de haber causado la asfixia.


Para salir de dudas y en casos tan delicados como este, se acostumbra a enviar el corazón al laboratorio del Instituto Nacional de Toxicología en Barcelona. Allí se comprueba si el órgano padece alguna malformación congénita o presenta algún otro tipo de problema. Aunque habrá que esperar a que se levante el secreto de las diligencias para conocer los detalles de la autopsia, parece que estas pruebas habrían descartado que las niñas fallecidas tuvieran problemas cardíacos.