Madrid envía a tres funcionarios de refuerzo ante el nuevo atasco en los exámenes de conducir

Las autoescuelas dicen que es "un parche" y se manifestarán la próxima semana para pedir una solución definitiva.

El habitual atasco que se produce para sacar el carné de conducir ya no es algo solo propio del verano. La escasez de examinadores en la jefatura de Zaragoza está haciendo que estos retrasos se conviertan en lo normal y en este segundo semestre del año está habiendo incluso problemas para convocar dos fechas al mes, cuando antes lo habitual era que se celebraran cuatro. Esta prolongada situación ha causado un fuerte malestar en las autoescuelas de la ciudad y, ante la presión del sector, Madrid se ha visto obligada a enviar a tres examinadores de refuerzo para intentar desatascar el problema.


Estos profesionales llegaron el lunes y estarán aquí hasta el 19 de diciembre. Y, según fuentes de la jefatura, está previsto que regresen tras las Navidades para trabajar un mes más. Sin embargo, Carlos Bricio, presidente de la asociación de Autoescuelas de Zaragoza, critica que esta medida es "solo un parche" y que se debe encontrar cuanto antes una solución definitiva para el problema. Para intentar visibilizar la situación y hacer más presión, el sector ha convocado para el próximo jueves una manifestación que acabará ante la sede de la jefatura, en Vía Univérsitas.


Bricio entiende que estos tres examinadores temporales "poco van a poder hacer" por reducir el actual colapso: ya se tomó la misma decisión en septiembre "y apenas se logró nada". En dicha ocasión llegaron cinco profesionales en comisión de servicios también por un periodo de un mes (del 10 de septiembre al 10 de octubre). Pero desde entonces no se había enviado ningún otro refuerzo pese a las quejas del sector.


El presidente de la asociación de autoescuelas calcula que, para que la jefatura pudiera prestar un buen servicio en este tema, harían falta por lo menos 15 examinadores; aunque dice que con 12 o 13 podrían funcionar. El problema es que ahora solo hay nueve en nómina, dos de las cuales están desgraciadamente de baja, según señalaron desde la jefatura.


La tasa de reposición del 10%


La razón de esta falta de examinadores estriba en el famoso decreto del Gobierno central que estableció una tasa de reposición máxima del 10%. Esto se traduce en que, por cada diez jubilaciones, solo se puede contratar a un sustituto. Y se ha dado la casualidad de que en la jefatura de Zaragoza había decenas de funcionarios a punto de jubilarse (su plantilla global se ha reducido un 25% en estos años). El caso de los examinadores no ha sido una excepción y, de los 16 que había antes de que se aplicara el decreto, ahora solo quedan nueve en plantilla y, en la actualidad, siete trabajando. Entre los pocos que están, tienen que hacer frente a toda la demanda (el año pasado se expidieron en la provincia más de 9.000 carnés de conducir de cualquier tipo).


En este sentido, Bricio argumenta que el Estado tiene dos opciones: o contratar nuevo personal fijo o plantearse la opción de privatizar el servicio, algo que desde esta asociación defienden. Bricio pone a Portugal como ejemplo: "Allí trabaja la administración y luego existen dos empresas por concesión administrativa. Tomaron esta decisión cuanto tenían el mismo problema que aquí y ahora disponen hasta de la opción de examinarse por la tarde. Funciona de maravilla", defiende.


Fuentes de la jefatura también apuntaron que hay un funcionario de carrera que está haciendo ahora un curso de habilitación para ser examinador. Si lo supera, podría incorporarse al servicio a principios de 2015. Además, mencionaron que la Dirección General de Tráfico les ha dado permiso para contratar a otro de estos profesionales a partir de febrero.


Aumentan los suspensos


Desde las autoescuelas añaden que una parte de esta saturación también se debe a que se está dando un cúmulo de circunstancias externas que están haciendo que, en general, los alumnos vayan menos preparados al examen práctico. Según explican, la crisis ha causado que los estudiantes intenten ahorrar lo máximo posible y, por esta razón, contratar solo las clases que ellos creen indispensables. Y como el profesor tiene la obligación de presentar al alumno si este así se lo indica -pese a que el profesional entienda que no está preparado-, el porcentaje de suspensos está creciendo. El sector calcula que ahora hasta el 70% de las pruebas acaban con un resultado de ‘no apto’, cuando lo normal siempre había sido estar en torno al 50%.


En este aumento de los suspensos también tiene que ver el nuevo examen de conducir (que, no obstante, ya lleva dos años en vigor) y que ha aumentado el tiempo que el alumno está en circulación hasta una media de 25 minutos. De esta forma -argumentan-, como la prueba dura más, hay más posibilidades de que un estudiante que no va suficientemente preparado cometa errores.


Según Bricio, otra causa de este aumento de los insuficientes radica en el propio retraso que hay en la jefatura. "Hay alumnos que tienen que esperar a examinarse un mes cuando están preparados y, obviamente, no quieren seguir haciendo más clases. Luego cuando aparece la fecha del examen tienen pocos días para volver a recordarlo y finalmente el día de la prueba no están preparados del todo. En definitiva, tienen que volver a presentarse y el atasco sigue creciendo", apunta.