Rescatado  in extremis de las 'fauces' del Huerva

Dos policías nacionales se arrojaron el domingo al río Huerva para salvar la vida de un joven esquizofrénico que fue arrastrado por la corriente desde la clínica Quirón hasta el túnel de Gran Vía, por el que estuvo a punto de ser engullido

La predisposición y reflejos de dos agentes de la Policía Nacional evitaron que un joven que se precipitó el pasado domingo al río Huerva acabara siendo ‘engullido’ por el túnel de Gran Vía, donde el rescate se habría convertido en una auténtica odisea. Los agentes fueron advertidos por la central del 091 del avistamiento de una persona que era arrastrada por la corriente a gran velocidad, pero desconocían que se trataba de un esquizofrénico en estado de shock. Poco les importó, porque, temiendo que el cuerpo acabara bajo el asfalto, no dudaron en lanzarse al agua para tratar de amarrarlo. Y aunque el volumen y la pasividad de la víctima complicaron la operación, el esfuerzo de los policías se vio recompensado, ya que el joven pudo ser arrastrado hasta la orilla y puesto a salvo.


Desde el primer momento se dio gran credibilidad a la llamada de alerta, de ahí que los agentes utilizaran la plataforma del tranvía para llegar con la máxima celeridad posible a la boca del túnel. El rescate se produjo finalmente sobre las cinco de la tarde a la altura de la calle de Martín Ruiz Anglada (anteriomente conocida como Alférez Provisional), después de que la patrulla viera venir al joven flotando boca arriba e improvisara una cadena para alcanzarlo.


Para evitar que esta persona se les escapara, uno de los agentes se zambulló en el agua y se colocó en el centro del río. Su compañero se sujetó a la vegetación de la orilla y le tendió después la mano para impedir que la corriente o la embistida del cuerpo lo desequilibraran. Las tormentas de los últimos días habían aumentando también el caudal del Huerva, que según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro registraba esa tarde 6,63 metros cúbicos por segundo a su paso por la capital aragonesa. Sin embargo, entre los dos funcionarios lograron asir finalmente al joven y trasladarlo a tierra firme. Allí les aguardaban ya otras dos dotaciones policiales que, advertidas del suceso, acudieron rápidamente a echar una mano.Consciente pero en shock

Cuando sacaron a la víctima del Huerva se encontraba consciente pero totalmente inmóvil y en estado de shock. Como todavía no había llegado la ambulancia requerida por el 091, temiendo una posible hipotermia, los policías decidieron despojar al joven de las prendas superiores y cubrirlo con la manta térmica que transportaban en su coche patrulla. Enseguida llegaron los sanitarios y se hicieron cargo de la asistencia médica.


Tampoco tardó en llegar al lugar de los hechos el padre de la víctima, que explicó al facultativo que su hijo sufre esquizofrenia y actualmente se encuentra en tratamiento. De hecho, le contó que el joven, de 24 años, había estado ingresado por esta enfermedad hasta hacía dos días y que debía volver a ser hospitalizado en próximas fechas. Tras escuchar al padre y dado que la víctima se había recuperado ya del tremendo susto, el equipo médico consideró que lo mejor era que el joven volviese a casa para poder descansar y continuar con su tratamiento.


Según fuentes de la investigación, el joven declaró a los agentes que se encontraba en la zona de la clínica Quirón, muy cerca de su domicilio, cuando se precipitó al río Huerva. No pudo precisarles muy bien cuál fue la causa que lo llevó al agua, pero este les contó que se quedó "completamente paralizado" y no fue capaz de reaccionar. De ahí que la fuerte corriente lo arrastrara con gran velocidad aguas abajo, con tan buena suerte que un ciudadano le vio flotando y una pareja de policías se mojó para evitar un trágico final. Policías que, tras despojarse del barro y cambiarse de uniforme, continuaron trabajando en el día grande de las Fiestas del Pilar.