El servicio podría ampliarse también a los no empadronados

El Ayuntamiento estudia permitir que puedan acceder a la tarjeta las personas que no tengan fijada su residencia en Zaragoza pero hagan vida en la capital

La tarjeta ciudadana de Zaragoza.
El servicio podría ampliarse también a los no empadronados

La expedición de tarjetas ciudadanas fue frenética durante los primeros meses de existencia, allá por 2010, aunque el ritmo se ha frenado notablemente. Actualmente, hay en la calle 211.150 carnés de este tipo, de los cerca de 700.000 habitantes que están empadronados en Zaragoza –de los que hay que excluir, lógicamente, a los niños–. Ahora, el Ayuntamiento está pensando en ampliar el servicio a las personas que no tienen fijada su residencia en la capital aragonesa, pero que sí hacen vida en la ciudad. Por ejemplo, estudiantes de las universidades, personas que residen en el extrarradio pero que trabajan en Zaragoza...


Lo que de momento no aclara el Ayuntamiento es si esta ampliación del servicio daría derecho a los no empadronados a acceder a los servicios en las mismas condiciones que los empadronados, o si establecerían diferencias en el número de gestiones que se pueden hacer o en las tarifas que se aplicarían.


La tarjeta ciudadana ha sido en los últimos años el mecanismo que ha barajado el Gobierno municipal para aplicar este doble nivel de tarifas, que ya se aplica en servicios como las escuelas artísticas, las escuelas infantiles, la Universidad Popular o las instalaciones deportivas. En todas ellas, quienes no tienen fijada su residencia en Zaragoza pagan un 50% más que los empadronados en la capital aragonesa. La Cámara de Cuentas, en su informe de 2011 cuestionó esta práctica por considerarla "contraria a los principios fundamentales del sistema tributario".


El Gobierno de la ciudad se planteó aplicar las dobles tarifas también al transporte público. En este caso, se haría a través de la tarjeta ciudadana. De hecho, el PSOE abrió el debate en la última campaña electoral para aplicarlo desde enero de 2012. Sin embargo, la fuerte oposición que se encontró echó para atrás el proyecto, que hubiera dejado a miles de usuarios habituales del autobús o del tranvía sin los descuentos que se aplican a través de la tarjeta bus. El Ayuntamiento aún no ha decidido qué beneficios o qué uso podrían darle los no empadronados a la tarjeta ciudadana. 


El Consistorio también ha usado este servicio para restringir el uso del servicio Bizi a los no empadronados. De hecho, para poder abonarse al alquiler municipal de bicicletas es necesario tener la tarjeta ciudadana y, por tanto, tener fijada la residencia en Zaragoza.