¿Cómo recuerdan el atentado en el Pilar los zaragozanos?

Tristeza e indignación fueron dos de los sentimientos compartidos por muchos ciudadanos.



Un año después, la mayoría de los zaragozanos recuerda el atentado contra la basílica del Pilar. Sentimientos de tristeza e indignación son los más frecuentes en unos ciudadanos que siguen sin entender las razones para atacar  uno de los símbolos de la ciudad.


“Yo creo que a toda la gente le sentaría horrible, porque mira dónde lo van a poner: donde saben que hay gente”, critica Paquita, que suele acudir a la basílica frecuentemente. “Esta ciudad es más tranquila y eso fue un impacto”, reconoce Emilia Bermejo. “Yo lo que percibía era tristeza e impotencia”. “Mi reacción fue de indignación, por supuesto, porque para nosotros el Pilar es sagrado”, subraya Maite, de camino a hacer “la visita a la Virgen”.


Muchos ciudadanos no comprenden por qué se decidieron por el Pilar. “Si tiene algún sentido, ellos sabrán”, se cuestiona Serafina, quien considera “muy lamentable” el atentado. “No entendíamos a qué fin se hacía en el Pilar, porque el Pilar te toca, seas creyente o no”, reconoce Sara. “Es inadmisible, aun cuando esos individuos no tengan la religión católica, les debía merecer un respeto lo que estaban haciendo en el templo”, subraya Santos.


La prensa, la radio o la televisión llevaron la noticia a los hogares aragoneses. “Yo estaba en el pueblo y escuché que había habido un atentado en el Pilar. Venía mi hija a trabajar y me vine con ella para verlo más de cerca, porque allí te lo puedes imaginar más grande”, explica Emilia, que vive cerca de la basílica. “Me enteré por la tele y por la prensa. La reacción no fue bonita, esas cosas no gustan a nadie”, recuerda Modesto Luna. También las redes sociales pusieron al tanto a muchos de lo que ocurría. “La gente iba publicando cosas sobre quién había sido y te ibas informando”, señala Sara.


La repercusión llegó también fuera de Aragón, como recuerda Rosa, que vive en Vilafranca del Penedès, pero que ha realizado ya varios viajes a Zaragoza. “Me enteré por la televisión y me afectó bastante, porque la basílica es un templo muy bonito y muy importante”.


El temor a que algo así pudiera repetirse en el Pilar no apartó a la gente de la Virgen. “Luego yo venía y tenía algo de miedo, pero no he dejado de hacerlo”, reconoce Paquita. Sin embargo, el aumento de la seguridad animó a algunos. “No me daba miedo, porque ya se veía gente por ahí vigilando”, indica Serafina. “Si pensamos que en cualquier momento los terroristas nos van a crear un problema no saldríamos a la calle”, advierte Santos.


Temor, rabia, indignación... cada zaragozano vivió el momento de una forma. ¿Cómo lo hicieron los lectores de Heraldo.es? Si quiere compartirlo, puede dejar un comentario en esta noticia.