"La gente traduce ser superdotado con tener éxito en la vida y no tiene nada que ver"

La Asociación Nacional de Superdotados Intelectuales cuenta con 80 socios en Zaragoza.

Manolo Royo también forma parte de MENSA Aragón
"La gente traduce ser superdotado con tener éxito en la vida y no tiene nada que ver"

Poseer una mente prodigiosa o excepcional ha sido un hecho tradicionalmente rodeado de prejuicios. Actualmente, en Zaragoza hay unas 80 personas catalogadas como superdotadas intelectuales por la asociación internacional Mensa, que cuenta con su sede española, fundada casualmente en la capital aragonesa en 1984. Se trata, además, de una de las comunidades más numerosas en España, en concreto, la segunda con más socios por millón de habitantes después de Madrid.


La organización cuenta con más de 100.000 socios repartidos en los cinco continentes, de los que 1.500 se encuentran en España. El único requisito de admisión es obtener una puntuación por encima del 98% de la población general en una prueba de inteligencia acreditada.


En Aragón se utiliza el 'Stanford Binet', un test reglado que contiene 60 preguntas de lógica pero que carece de pruebas de conocimiento, ya que "si fuera así, afectaría a aquellos con dificultades para acceder a educación superior", explica Vicente Simón, coordinador de Mensa en Aragón y Navarra. El turolense afirma que ser superdotado no implica ser diferente, simplemente se ven las cosas de manera distinta. "Cualquiera se piensa que ser superdotado es tener poderes y no es así", afirma. 


Este turolense de 41 años pasó el test hace 11, y prácticamente por casualidad: "Mi hermana me habló de unos juegos de lógica en la web de la asociación, con el tiempo me animé a acercarme a una reunión. Lo más bonito es el clima de respeto, tenemos socios desde 14 años hasta 90 y todos nos tratamos como iguales", asegura el informático que destaca que, lejos de lo que muchos puedan pensar, la asociación no la forman astronautas ni corredores de bolsa: "Somos gente normal, jóvenes, parados, médicos, filósofos, taxistas, humoristas..., la gente traduce el ser superdotado con tener éxito en la vida, y no tiene nada que ver", afirma. 


Sin embargo, en algunos casos esta aptitud puede transformarse en un arma de doble filo. Este colectivo se caracteriza por un alto índice de fracaso escolar si no se detecta a tiempo. "Si no te lo han diagnosticado de niño llegas a la madurez con bastantes incertidumbres. Te sientes solo, raro, y buscas algo más", asevera. 


Estadísticamente, tan solo una de cada 50 personas tiene un coeficiente intelectual superior a la media, sin embargo hay mucha gente que supera estos límites y ni siquiera lo sabe. En opinión de Simón, "la gente no se anima a probar por pereza o porque no cree que vaya a superar la prueba. No es tan fácil. Al principio te sientes diferente e, incluso, avergonzado", afirma. En cuanto a la distribución por sexos, el 83% de los asociados aragoneses son hombres, porque las mujeres "se animan menos a hacer el test". 


En lo que va de año, 245 personas se han sometido al test de acceso a Mensa pero solo 111 han logrado un resultado positivo. De los presentados, 51 eran mujeres, de las que 24 pasaron la prueba con éxito. En la sede aragonesa las mujeres tan solo representan el 17% de la asociación, aunque esperan que la cifra aumente con los años. 


Precisamente, la capital aragonesa acoge la celebración del 30 aniversario de Mensa España este sábado, que contará con actividades lúdicas y culturales para todos sus miembros en el Hotyel Tryp de Zaragoza.


El mito de ser superdotado

A pesar de los miedos de una gran parte de los integrantes de este colectivo a hacer pública su condición, algunas personalidades aragonesas han manifestado abiertamente su pertenencia a Mensa, como el humorista zaragozano Manuel Royo y su compañero de profesión, Miki Nadal, quien hace unos meses reconocía ser miembro de la asociación en La Sexta, ante una atónita Ana Pastor.


Entre otras iniciativas, desde Aragón se va a poner en marcha el proyecto MensaEmpresa, una asesoría para emprendedores y nuevos empresarios. Con estas actividades, desde la sede aragonesa procuran que los socios vayan perdiendo estos miedos, y aseguran que darse a conocer es la mejor herramienta para demostrar que son personas normales y corrientes.