El fiscal pide 37 años de cárcel para un vecino de Calatayud por corrupción de menores

El presunto pederasta captaba a los chavales, de entre 12 y 16 años, en ambientes de fútbol. Se le acusa de abusos sexuales y exhibicionismo

El acusado, ayer, momentos antes de comenzar el juicio.
El fiscal pide 37 años de cárcel para un vecino de Calatayud por corrupción de menores
Guillermo Mestre

La Audiencia de Zaragoza juzgó ayer a un presunto pederasta vecino de Calatayud por captar a chavales de entre 12 y 16 años para abusar sexualmente de ellos o invitarles a visionar material pornográfico y participar en masturbaciones en grupo. La Fiscalía acusa a José R. M. de hasta 21 delitos de corrupción de menores, por los que solicita penas que suman 37 años de prisión. De hecho, aunque actualmente está en libertad y ayer acudió al juicio sin grilletes, este hombre fue enviado al centro penitenciario de Zuera tras su arresto y permaneció allí ocho meses en prisión provisional.


La vista oral se celebró a puerta cerrada, ya que en ella comparecían como testigos los nueve chavales de los que presuntamente abusó o provocó sexualmente. Sin embargo, el escrito de calificación del ministerio público es elocuente y detalla como el presunto pederasta, de 35 años, se movía en ambientes futbolísticos –torneos juveniles, bares donde se veían partidos...– para captar a las víctimas. Al parecer, la mayoría de las veces contactaba con los chicos invitándoles a tomar un refresco. Después, tras compartir conversación, les invitaba a acompañarle a su domicilio con la excusa de jugar a la Play Station.


Según los investigadores, es verdad que al principio tanto el acusado como los chavales compartían unas partidas en la videoconsola. Pero parece que José R. M., no se conformaba con eso y acababa siempre invitando a los chicos a ver películas de contenido pornográfico. Durante el visionado, el acusado les invitaba además a masturbarse, ofreciéndose en ocasiones a practicarles él mismo la felación.


Durante la fase de investigación judicial, algunos de los chicos declararon que ellos se negaron a estas prácticas. Sin embargo, sí que vieron como otros compañeros aceptaban la invitación del presunto pederasta. Aseguran también que vieron cómo el procesado sometía a tocamientos a algunos de sus amigos.Intentó llegar hasta el final


Aunque fueron hasta nueve las víctimas, los abusos más graves afectan a uno de ellos, un chaval de trece años al que supuestamente agredió sexualmente en dos ocasiones. Según el escrito de calificación de la Fiscalía, el adolescente frenaba al acusado cada vez que este intentaba sobrepasarse, abrazándole, besándole o sometiéndole a tocamientos. Sin embargo, parece que el vecino de Calatayud, a base de insistir, consiguió vencer esa barrera.


El ministerio público asegura que, en una ocasión, aprovechando que el chico se había quedado dormido boca abajo en el sillón, el presunto pederasta le bajó el pantalón e intentó penetrarle. A los tres o cuatro días, esta situación se repitió, y supuestamente el acusado aprovechó que el chaval estaba tranquilamente jugando con la consola para lanzarlo contra el sofá, bajarle de nuevo los pantalones y abusar sexualmente de él.


Durante su declaración, asistido por el letrado Miguel Redón Esteban, el procesado negó haber sometido a estos chicos a ningún tipo de abuso. De ahí que la defensa solicite para él la absolución. En la vista compareció también una psicóloga del Instituto de Medicina Legal de Aragón, que aseguró que el acusado es totalmente imputable.