El Seprona imputa un delito de maltrato animal a la responsable de la protectora Catuscán

El centro de Garrapinillos había sido expedientado en otras ocasiones por las condiciones en las que vivían los animales

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha imputado un presunto delito de maltrato animal a la protectora Catuscán del barrio rural de Garrapinillos. Después de dos inspecciones por parte de los efectivos del Seprona y veterinarios de la Oficina Comarcal Agroambiental (OCA), estos pudieron constatar unas condiciones higiénico-sanitarias "desesperantes" y "perjudiciales" en las que vivían los animales, y que "no eran adecuadas para su bienestar".


Durante la primera inspección a las instalaciones de la protectora, el pasado 5 de septiembre, los agentes y técnicos del Seprona y la OCA se encontraron con un perro moribundo tumbado en el suelo que estaba siendo atacado por el resto de canes y que finalmente tuvo que ser sedado y sacrificado por el personal veterinario. 


Asimismo, el Seprona determinó que en el centro había un total de 60 perros repartidos en dos parcelas de terreno: 39 en una, y otros 21 en la segunda. En ambas los animales estaban sueltos dentro de cercados vallados y algunos se encontraban en habitáculos (cheniles). Las instalaciones carecían de núcleo zoológico autorizado por el Gobierno de Aragón, lo que es un requisito indispensable para este tipo de centros. Los agentes del Seprona concluyeron que había "numerosas infracciones administrativas" como por ejemplo la falta de vacunación contra la rabia entre muchos de los canes.


El Seprona tuvo que volver al centro el 8 de septiembre al tener conocimiento de la muerte de un segundo perro. Tras la inspección, los agentes se encontraron un saco de gran tamaño dentro del cual había un mastín muerto. El animal estaba hinchado y en avanzado estado de descomposición, lo que impidió la lectura del microchip. Estos hechos motivaron a los agentes del cuerpo especializado de la Guardia Civil a imputar el mismo día un presunto delito de maltrato animal a la responsable de la protectora Catuscán.No es la primera vez

Los efectivos del Seprona habían realizado dos inspecciones anteriores a estas últimas, en octubre del 2013 y en abril del presente año, durante las cuales ya constataron infracciones administrativas en lo referente a la protección animal. 

Además de esto, la responsable del centro fue imputada por un presunto delito de apropiación indebida después de ser denunciada por la dueña de una galga, de nombre Savanna, a la que la protectora le cambió su titularidad, y esta, al parecer, se escapó de las instalaciones la noche del mismo día que ingresó.


Después de la última imputación por parte del Seprona, los 60 perros de la protectora de Garrapinillos fueron decomisados y el centro de protección municipal de Peñaflor se ha hecho cargo de los mismos aplicándoles los cuidados necesarios hasta que puedan ser adoptados.


Los responsables de la protectora Catuscán no han querido atender a este periódico.