La prueba de ADN confirma que el hombre procesado por violar a su hija es el padre de su bebé

La madre del recién nacido, de 19 años, mantiene que los abusos sexuales comenzaron cuando era una niña y que ya abortó una vez

El Instituto de Toxicología de Barcelona ha confirmado la terrible historia de María (nombre ficticio), la joven de 19 años que las pasadas Navidades denunció a su padre como presunto autor de los abusos sexuales que venía sufriendo desde su infancia. Como ya informó HERALDO, cuando la chica acudió a comisaría estaba embarazada y aseguró que el bebé que esperaba era fruto de las supuestas violaciones a las que le había sometido su padre. Al nacer el niño, la juez que instruye el caso ordenó que se practicaran una serie de pruebas de ADN para confirmar que la versión de la denunciante era cierta. Y el informe que le ha remitido el laboratorio es contundente: el hombre, Francisco D. J., es el padre del recién nacido con una probabilidad superior al 99,99999%.


El presunto agresor siempre había negado haber abusado sexualmente de su hija o haberle puesto la mano encima. Pero el resultado de las pruebas genéticas ha sido tan rotundo que, hace unos días, cuando volvió a ser interrogado por la juez que instruye el caso en la declaración indagatoria, Francisco D. J. tuvo que reconocer que "podría haberle hecho algo a su hija nueve meses antes de dar a luz". Sabedor de que los hechos que les imputan son tan repudiables, ni siquiera llegó a pronunciar la palabra violación. Lo que sí alegó es que, en aquellas fechas, estaba viviendo como okupa y se encontraba"enganchado a las pastillas".


En cualquier caso, este hombre, al que asiste el letrado Pedro José Barrachina, niega que haya obligado durante años a su hija a mantener relaciones sexuales. El denunciado, que está en prisión provisional por estos hechos desde hace más de ocho meses, mantiene también que no ha pegado nunca a su hija y asegura que la relación entre ambos ha sido siempre "dentro de lo que cabe, buena".El menor, tutelado por la DGA

Las singulares características de este caso han hecho que sean los servicios sociales del Gobierno aragonés quienes se hayan hecho cargo del bebé. Su madre siempre ha dicho que si no reveló antes unos hechos tan graves como los que denuncia fue por miedo. De hecho, creía que su padre podría cumplir sus supuestas amenazas de muerte: dirigidas a ella, pero también al resto de su familia. Sin embargo, tras dos embarazos consecutivos –el primero, cuando aún era menor de edad– la chica se vio superada por la situación y terminó confesando su calvario.


La gravedad de los hechos denunciados provocó la inmediata detención del padre de la víctima, que compareció en el juzgado de guardia el pasado 12 de diciembre. Con el atestado policial en la mano, la Fiscalía no dudó en solicitar prisión provisional para el presunto agresor. El juez, considerando que existían indicios racionales de la comisión de un delito continuado de agresión sexual y que la pena mínima serían doce años, aceptó la petición del ministerio público y terminó enviando al arrestado al centro penitenciario de Zuera.


La naturaleza de los hechos impide que haya testigos directos de los mismos, pero la joven asegura que personas de su círculo más próximo sabían que estaba embarazada de seis meses de su padre. 

"Son datos tan determinantes y contrastables que es difícil pensar que la denunciante los preste con ligereza y a sabiendas de su falsedad, puesto que esta determinaría graves consecuencias contra la citada denunciante", señaló el magistrado en su auto.


Durante su comparecencia ante el Servicio de Atención a la Mujer de la Policía, asistida por la letrada Noemí González, la víctima explicó que desde muy pequeña su padre le obligaba a ver películas pornográficas y que después le pedía que imitara a las actrices.