Ortega Cano no logra que le suspendan la pena

La jueza considera que su dolencia cardíaca puede ser «perfectamente» tratada en la prisión de Zuera

El torero José Ortega Cano seguirá interno en el centro penitenciario de Zuera, ya que la juez de lo Penal número 6 de Sevilla acaba de oponerse a que se le suspenda la pena de dos años y medio a la que fue condenado por  el accidente de tráfico que costó la vida a Carlos Parra. El abogado del diestro, el zaragozano Enrique Trebolle, formuló oficialmente la petición hace algunas unas semanas alegando que la dolencia cardíaca que padece su cliente desaconseja su estancia en prisión. Sin embargo, como informó ayer Europa Press, la magistrada entiende que Ortega «no está aquejado de la enfermedad grave con padecimientos incurables» a la que se refiere el artículo 80.4 delCódigo Penal, en el que se apoyaba la defensa.


Según el mencionado artículo,  «cuando el penado esté aquejado de una enfermedad grave con padecimientos incurables, los jueces y tribunales podrán otorgar la suspensión de cualquier pena, sin sujeción a requisito alguno, salvo que en el momento de la comisión del delito tuviera ya otra pena suspendida por el mismo motivo». Sin embargo, a través de su último auto, la juez recuerda que según el informe médico forense  «se infiere que el penado sufre una fibrilación auricular crónica con adecuada respuesta ventricular basal, leves insuficiencias valvulares mitral y tricúspide», así como una «enfermedad coronaria extensa con ateromatosis cálcica, con placas obstructivas en grado diverso que no origina ningún grado de isquemia». Todo ello, explica la magistrada, «implica que la edad coronaria o riesgo cardiovascular del penado, según estudios médicos, es algo superior a la que le corresponde por su edad biológica, lo que supone la probabilidad de sufrir un accidente cardiovascular que tiene cualquier persona de 70 años, en lugar de los 60 años que tiene» el extorero. 


 No obstante, la juez recuerda que, según los forenses, José Ortega Cano «se encuentra en prisión perfectamente medicado con los fármacos necesarios para la prevención de dicho riesgo» y existe la «posibilidad de rápida asistencia sanitaria si esta fuera precisa».