La Policía instala un nuevo radar en Las Fuentes capaz de cazar infractores en los seis carriles

El aparato, el de mayor precisión del mercado, se ubica en uno de los tramos más transitados de la Z-30 y empezará a operar esta semana

A tres metros de altura, para evitar actos vandálicos. El nuevo velocímetro se basa en la tecnología digital y consume un 40% menos de energía. Controla la velocidad en aproximación, en alejamiento y en ambas direcciones a la vez.
A tres metros de altura, para evitar actos vandálicos. El nuevo velocímetro se basa en la tecnología digital y consume un 40% menos de energía. Controla la velocidad en aproximación, en alejamiento y en ambas direcciones a la vez

Ni uno, ni dos, ni tres. El radar de última tecnología que esta semana entrará en funcionamiento en el Tercer Cinturón de Zaragoza (Z-30) es capaz de detectar los excesos de velocidad que se producen en un mismo momento en hasta seis carriles de la calzada. Es el cinemómetro más moderno del mercado y su precisión es tal que le permite identificar sin problemas al infractor y el carril por el que circula, aunque aparezcan varios vehículos en la misma imagen. Por ello, de poco servirán ya viejos trucos como el de cambiarse de carril o el de camuflarse pegado a otro conductor.


La máquina ha sido ya instalada en el barrio de Las Fuentes, pero los técnicos están haciéndole los últimos ajustes para que esté operativa a comienzos de julio. Previamente, el aparato se ha sometido a las verificaciones del Centro Español de Metrología, que es el organismo oficial que garantiza que las mediciones y cálculos de su tecnología son correctos.


A diferencia del resto de radares fijos que 'salpican' la Z-30 –hasta ahora había cinco, que se van moviendo cada cierto tiempo por una docena de cabinas–, este nuevo aparato no está a ras de suelo. De hecho, una de las características que llaman la atención es la altura a la que está instalado: sobre un poste de tres metros. Se hace así para evitar acciones vandálicas, pero ello puede hacer que la máquina pase desapercibida para los conductores, al confundirse entre las farolas y las copas de los árboles alineados en la acera. En cualquier caso, desde la Policía Local dejan claro que no hay ninguna intención de esconder la ubicación del aparato, porque lo que se pretende es lo contrario: que su presencia sirva para que los miles de usuarios que a diario pasan por este tramo extremen la precaución y levanten el pie del acelerador.


El nuevo cinemómetro está ubicado muy cerca del Stadium Las Fuentes, a escasos metros del lugar donde hasta ahora se encontraba operativa la cabina de otro radar fijo. La empresa encargada de ponerlo en marcha y testarlo ha sido Tradesegur, líder en el mercado nacional y con quien el Ayuntamiento de Zaragoza tiene contratado el servicio de mantenimientos de todos los equipos de control de velocidad de la capital aragonesa (cinco radares fijos, sus doce cabinas, tres cinemómetros embarcados en vehículos, uno portátil o de mano y software necesario para la gestión de las denuncias). La última vez que se renovó la concesión fue en diciembre de 2013, cuando se le encargó un servicio de dos años por el que percibirá 109.499 euros (IVA incluido).


Antes de hacerlo en Zaragoza, la compañía había colocado estos aparatos en ciudades como Oviedo y Alicante. Pero la gran prueba de fuego para esta tecnología ha sido Madrid, donde se puso en marcha la primera de estas máquinas las pasadas Navidades en un tramo de la M-30.Al Ayuntamiento le sale gratis

La relación comercial que desde hace ya años mantiene Tradesegur con el consistorio zaragozano ha hecho que sea la misma empresa la que se haya ofrecido a instalar el denominado Multaradar C de forma gratuita en la capital aragonesa. De este modo, la ciudad se ahorrará los aproximadamente 70.000 euros que cuesta y actualizará considerablemente su tecnología en materia de control de velocidad. Por su parte, la compañía consigue que Zaragoza se convierta de nuevo en escaparate de sus productos y allana posiblemente el camino para futuras compras. Aunque, insisten desde la Policía Local, la instalación de este nuevo velocímetro no conlleva ningún compromiso y tampoco hay previstas nuevas adquisiciones a corto-medio plazo.


La elección del Tercer Cinturón para probar esta nueva máquina no es baladí, ya que por la circunvalación transitan a diario en torno a 40.000 vehículos y desde que se controlan los excesos de velocidad mediante radares fijos –el límite es de 50 km/h, como en el resto del casco urbano– la mortalidad se ha reducido de forma drástica. Y los datos hablan por sí solos, ya que la Z-30 se inauguró en 2002 y los velocímetros no se colocaron hasta 2006. Durante esos primeros cuatro años, se registraron nueve fallecidos, mientras que desde que existen radares tan solo hay que lamentar un accidente mortal.


En cuanto a las sanciones por exceso de velocidad que tramita la Policía Local de Zaragoza, durante toda una década no habían dejado de crecer, pasando de las 12.500 multas anuales de 2003 a las 36.483 de 2013. Sin embargo, como ya informó HERALDO, el pasado ejercicio se experimentó por primera vez una caída del número de sanciones. El descenso fue discreto y no pasó del 7%, pero al menos supuso un alivio para los conductores en estos tiempos de crisis. Habrá que esperar a que concluya el año para saber qué efectos tiene el nuevo radar en esta estadística.