CaixaForum Zaragoza: la realidad de un simple trazo

Comenzó siendo el esbozo de dos cubos y se ha convertido en un nuevo referente arquitectónico y cultural.

Momento en que Isidro Fainé, presidente de 'la Caixa' pone la primera piedra del edificio CaixaForum, acompañado del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en septiembre del 2010
Momento en que Isidro Fainé, presidente de 'la Caixa' pone la primera piedra del edificio CaixaForum, acompañado del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en septiembre del 2010

Cómo convertir en arte las trazas de dos simples cubos. Cómo levantar hacia el cielo la idea que emerge casi de la nada. Cómo dar vida a dos vigas que surgen de la tierra y transforman el cemento en un nuevo mundo que da vida a un universo, dirigido por la magia de todo lo que alberga. Es el don de saber modelar la intuición, de emocionarse aún con las estructuras hasta convertirlas en una realidad plástica que va mas allá de lo funcional. CaixaForum Zaragoza es una nueva oportunidad para insistir en la Cultura y en todo lo que nos da con creces en estos tiempos complicados. Para soñar, para avanzar, para crecer, para jugar con el futuro y recrear el pasado. Porque eso es, en definitiva, el Arte, con mayúsculas, todo un mundo abierto a la vida y que solo es posible con la vida de quien lo presencia.


CaixaForum nace abriendo un nuevo diálogo entre los grandes espacios culturales de la ciudad y dando sentido a la Arquitectura, una vez más, en esa capacidad que tiene de seducir. Porque, como dice su creadora, Carme Pinós, "la responsabilidad del arquitecto es estar al tanto de la contemporaneidad, de las demandas que hay, porque hacemos el ámbito en el que la ciudad se desarrolla. Y debemos darle salida a esa contemporaneidad. No es ir por delante de las demandas, es algo más sutil; porque no hay buena arquitectura sin un buen cliente, porque es el primero en entrar en acción y nosotros tenemos que ayudarle a que sus sueños se vayan estructurando". Y la idea de Carme Pinós ha sido hacer realidad ese principio, ese objetivo tan suyo de trabajar con el movimiento de la gente, de hacerlo mirando con los ojos de quienes van a moverse en su entorno. Y así es este edificio que nace ya como un nuevo referente arquitectónico en una ciudad muy necesitada de propuestas y de agitación cultural en estos tiempos de difíciles economías. Que arrastrará y dinamizará a una sociedad con ganas de vida. Un edificio singular sostenible y que aspira a a alcanzar la máxima eficiencia energética.


Aragón cuenta desde ahora con un nuevo espacio cultural abierto al mundo del Arte en todas sus expresiones culturales: música, pintura, poesía, escultura, ciclos de conferencias, talleres educativos, jornadas sociales, actividades para mayores, para hacer en familia... pero también de la ciencia, con una decidida vocación divulgativa enfocada hacia todo tipo de públicos.


Todo un mundo que se acoge en un espacio que surgió de intuiciones, poniéndose en la piel de quienes lo poblaremos; haciendo realidad dos simples trazos anclado en la tierra y alzados al cielo.