Los vecinos de Las Delicias critican la tala de ocho árboles por unas obras

El Consistorio alega motivos de seguridad y asegura que entre junio y octubre se plantará otra especie de menor tamaño en la calle de Ramiro Ide Aragón

Un crecimiento irregular de las raíces obligó a talar los árboles.
Un crecimiento irregular de las raíces obligó a talar los árboles

El asfalto vuelve a echarle un pulso a la naturaleza. Lo que comenzó como una simple obra de mejora del vial paralelo a la calle de Ramiro I de Aragón, en Las Delicias, ha terminado con la tala de ocho árboles de, aproximadamente, 30 años. Arrancarlos no estaba contemplado en el proyecto inicial de Conservación de Infraestructuras (ni siquiera era necesario realizar zanjas), pero al levantar el pavimento –en muy mal estado de conservación por la fuerza de las raíces, que levantaban las baldosas–, los inspectores de Parques y Jardines comprobaron que los ejemplares presentaban síntomas de inestabilidad, ya que sus bases eran demasiado superficiales y se habían extendido únicamente hacia el lado más cercano a los sistemas de riego (en el sentido opuesto eran excesivamente cortas). Además, dos de ellos cayeron durante el transcurso de los trabajos a causa del fuerte viento de estos últimos días.


"Había cierto peligro de que se cayesen y, al tratarse de una calle peatonal, se decidió eliminar el riesgo y quitar los árboles, que serán sustituidos por otros que tengan unas raíces algo más profundas y que puedan crecer de una manera más uniforme", explican desde el Ayuntamiento. La reposición del arbolado deberá realizarse de acuerdo con el área de Medio Ambiente "en la época adecuada", de modo que si a mediados de junio todavía no se han podido acometer estos trabajos, "deberán posponerse hasta octubre".


La especie escogida será la ‘Prunus pisardi’, un ciruelo de hojas púrpuras nativo de Europa central que aportará "más plasticidad al andador". Se ha elegido por ser más pequeño (alcanza entre los 6 y los 15 metros de altura) y, por tanto, más adecuado al espacio disponible. No obstante, se desconoce cuántos se plantarán debido, precisamente, a las limitaciones del recinto levantado.


Los vecinos de la calle de Ramiro I lamentan que las obras les hayan dejado sin sombra, ya que los nuevos árboles tardarán décadas en alcanzar una altura ideal. Sin embargo, hay quienes agradecen que prime la seguridad sobre la estética. "Tuvieron que talar un pino hace un tiempo por el mismo motivo. En esta zona, el cierzo se hace notar.Es mejor así. Si no, podrían haber caído encima de alguien", opinaba Jesús Sánchez. Mari Carmen Minguillón, por el contrario, cree que "han destrozado una calle preciosa" a la que, no obstante, "le hacía falta un arreglo". "Antes de tirarlos, deberían haberlo pensado dos veces y haber buscado otra solución menos drástica", afirmaba.


Para Rafaela Maestre, otra de las vecinas de la zona, era "algo inevitable". "A poco que los han movido se han tambaleado y han terminado por los suelos", añadía. La solución:"Poner árboles ornamentales que no tengan tanta copa y replantear el sistema de riego", causante, según los vecinos, de las deficientes actuales.Información y soluciones

Los residentes exigen "una respuesta oficial" para conocer los factores que han motivado la decisión de Parques y Jardines, que "no ha sido consensuada con los vecinos". También piden conocer el estado de los que no se han talado –temen que puedan ceder con el paso del tiempo– y que la replantación sea cuestión de días y no de semanas o de meses. "A ver cuánto tardan, no pueden dejarlo así", comentaba Javier Villacián al ver el estado del andador (ya solo quedan dos árboles en pie). El resto, ya troceados, todavía podían verse esta semana en los contenedores de escombros ubicados en paralelo a la obra.