La UZ halla tóxicos en las bolsas de inseminación artificial de granjas porcinas

El estudio ha sido publicado por la revista Scientific Reports, del grupo Nature, y muestra la relación entre los compuestos y el fracaso reproductivo de estos animales.

Una granja de cerdos
Una granja de cerdos
HA

Un estudio realizado por un equipo de investigadores del I3A en la Universidad de Zaragoza ha descubierto compuestos tóxicos en las bolsas de plástico empleadas en la inseminación artificial en granjas porcinas, lo que causa el fracaso reproductivo en estos animales. Se demuestra que los compuestos contenidos en las bolsas de plástico, procedentes del adhesivo empleado para su fabricación, pasan a la disolución acuosa de esperma en contacto con el plástico. Se identifican las estructuras químicas de dichos tóxicos y se demuestra su relación con la toxicidad para la reproducción.


El estudio es pionero en este campo y demuestra, por primera vez, la toxicidad de una mezcla de compuestos por contacto directo con células vivas (espermatozoides). La investigación ha sido realizada por el Grupo Universitario de Investigación Analítica (GUIA), dirigido por Cristina Nerín, con la colaboración de la empresa MAGAPOR y ha sido publicada en la prestigiosa revista Scientific Reports del grupo NATURE.


El estudio se inicia tras detectar altos niveles de fracaso reproductivo en algunas granjas porcinas en la primavera de 2010. El problema empezó de repente y no se halló relación con la calidad de los eyaculados, las enfermedades, alteraciones de la condición corporal o cualquier otra razón. Los estudios posteriores determinaron que el problema era el origen de las bolsas de plástico para el almacenamiento de semen.  Los espermatozoides conservados en estas bolsas pasaron todas las pruebas rutinarias de control de calidad y no se observaron diferencias entre el almacenamiento en las bolsas control y en las bolsas sospechosas. El fallo se encontró en los ensayos in vivo, mientras en las pruebas de fecundación in vitro y en el análisis de panel de perfiles endocrinos no se observó ninguna alteración. Esta es la primera vez que se describe una relació! n entre el fracaso reproductivo y los compuestos tóxicos liberados de bolsas de plástico multicapa, en contacto directo con células vivas.


De interés


En los sistemas de producción intensiva de cerdos, el 100% de la fecundación se realiza utilizando la inseminación artificial. El semen se recoge, se diluye con una disolución acuosa adecuada y finalmente se coloca en una bolsa de plástico de alta barrera hasta su uso final. La calidad del esperma se comprueba siempre durante el procesamiento y antes de la inseminación se miden además otros parámetros. Los espermatozoides se aceptan para el uso de cría sólo si estos parámetros alcanzan los límites requeridos.


La eficiencia en la reproducción porcina es alta (objetivo> 90% la tasa de partos), pero se aceptan algunos fallos (5-7%) cuyo origen puede estar relacionado con la paridad, la temporada, el estrés, mala calidad del semen, enfermedades u otros.  De febrero a abril de 2010 se detectó un aumento espectacular de la tasa de retorno regular en granjas de cerdas. El problema empezó de repente en un gran sistema de producción porcina en el sur de España, con un incremento variable en la tasa de retorno de 10% a aproximadamente 100%. Las bolsas de plástico utilizadas para el almacenamiento de semen se fabrican comúnmente con materiales multicapa para lograr propiedades de alta barrera a los gases y evitar procesos de oxidación durante el almacenamiento. Este estudio demuestra por primera vez la toxicidad de compuestos procedentes de los adhesivos empleados en la fabricación de las bolsas de plástico y pone de manifiesto la importancia del control del material plástico y del adhesivo en los envases.