Sin químicos, ni tóxicos, y con mucho amor. Todo cien por cien natural. Esta es la máxima de Sabores Próximos, un proyecto de agroecología que desde hace dos años está devolviendo a la huerta zaragozana todo lo bueno que ella nos ofrece.

A sus 26 años, Mario Murúa cuenta con el honor de ser uno de los primeros hortelanos ecológicos de huerta de proximidad de Zaragoza, en concreto, su campo se sitúa a unos ocho kilómetros de la ciudad, en concreto en El Lugarico de Cerdán, una pedanía de Movera.

Desde que empezara a cultivar en 2011 y con la ayuda de sus compañeros Nacho y Víctor, han logrado convertir el proyecto en un negocio "muy cerca de la consolidación", así lo explica Nacho Escartín, socio de Sabores Próximos. El zaragozano asegura que el esfuerzo ha sido "considerable" pero que les une una vocación: "Vivir del campo".

"Cuando nació esto casi no daba para vivir, en cambio hoy hacemos pedidos de 45 cajas semanales, y vendemos a comercios e incluso al comedor de un colegio", asegura. "Cada día plantamos más y todo lo vendemos", añade. Para ellos, el cliente es un cómplice que hace posible esta forma de vida por la que se han decantado. Es lo que Escartín denomina comercio justo, ya que la venta se realiza sin intermediarios. Actualmente surten al Colegio Público Eliseo Godoy de Zaragoza (con 360 niños en su comedor), restaurantes y comercios zaragozanos.

Sobre el Proyecto Life se muetran relativamente críticos, aunque lo acogen con esperanza: "Es necesario que se fomente la cooperación y que se sumen fuerzas para fomentar este cultivo", explica. "Nadie nos ha regalado nada, todo lo que hemos conseguido ha sido a fuerza de currar, como debe de ser", asevera. Sin embargo, el "campesino", se muestra positivo con respecto al futuro: "A finales de 2014 habremos logrado consolidarnos y ganar un sueldo razonable". En este huerto de apenas 3 hectáreas y más de 60 cultivos diferentes practican la venta directa y a través de internet: "Vendemos la fruta u hortaliza recién cortada de la mata", concluye.