Las primeras obras de rehabilitación del convento de San Joaquín de Tarazona llegan a su fin después de seis meses de trabajos que han permitido el arreglo de parte de las cubiertas de este inmueble municipal del siglo XVII. Se trata de la actuación principal llevada a cabo por el taller de empleo promovido por la Fundación Tarazona Monumental, que se clausura el miércoles.

Dieciséis alumnos-trabajadores han sido los encargados de acometer estas obras en el plazo previsto, e incluso ejecutar otras actuaciones que no se habían contemplado inicialmente. "Lo primordial eran las cubiertas, había dos zonas que estaban muy deterioradas y ya estaban afectando a los forjados de las plantas inferiores", explica el director del taller, Joseba Iturrate. Por ello, "se derribó todo y se ha levantado con nuevos materiales, respetando la filosofía de construcción de la época". Igualmente, se han retejado otras partes de las cubiertas que presentaban un mejor estado de conservación para evitar nuevas filtraciones de agua.

Además, los alumnos-trabajadores han intervenido en una de las fachadas del inmueble por los continuos desprendimientos que se venían produciendo y habían denunciado los vecinos de las inmediaciones del exconvento de San Joaquín. "Y aún nos ha dado tiempo de actuar en parte de otra fachada", añade Iturrate.

El convento de las Carmelitas Descalzas de San Joaquín fue construido en la primera mitad del siglo XVII. En 1995, las monjas tuvieron que agregarse a la comunidad de San José de Zaragoza y, seis años después, el edificio fue comprado por el Ayuntamiento y la iglesia pasó a manos del Obispado. Sus dependencias se distribuyen en torno a un pequeño claustro cuadrado de dos plantas, caracterizado por una construcción austera.Harán falta más intervenciones

El taller de empleo ha supuesto una inversión de 254.000 euros financiados conjuntamente por el Gobierno de Aragón y la Fundación Tarazona Monumental. Pero para que el convento de San Joaquín pueda albergar algún tipo de actividad sociocultural, serán necesarias nuevas intervenciones que concluyan su rehabilitación. Por ello, seguirá siendo escenario de los próximos talleres de empleo que solicite la Fundación en las siguientes convocatorias del Inaem.

El primero continuaría con la recuperación de las cubiertas de la zona del claustro y la calle San Antón, y las demás fachadas. Un segundo taller actuaría sobre el ala norte, que "también presenta graves deterioros". Por último, la intervención en los espacios interiores "depende de los usos definitivos que le vaya a dar el Ayuntamiento", concluye Iturrate