Un gambiano prefiere exponerse a 7 años de cárcel a hacerse la prueba de paternidad

El fiscal le acusa de falsear documentos para traer a España a dos compatriotas haciéndolos pasar por sus hijos 

Los dos supuestos hijos, también acusados, durante el juicio
Los dos supuestos hijos, también acusados, durante el juicio

El gambiano Bekary C. no quiso someterse a un análisis de ADN para probar la paternidad de dos supuestos hijos alegando que su condición de musulmán se lo prohibía. Y esa negativa podría costarle ahora hasta siete años de cárcel, ya que esa es la condena que la Fiscalía pide para él como presunto autor de un delito de falsedad documental y otro de favorecimiento de la inmigración ilegal. El hombre consiguió la nacionalidad española en 2007, lo que aprovechó para traer a Zaragoza a dos jóvenes africanos de los que dice ser padre: Haji C. y Seibou C. Sin embargo, el Ministerio Público asegura que hay muchas razones para concluir que estos varones no son hijos suyos.De ahí que en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial pidiera también penas de tres años de cárcel para cada uno de ellos.


La Brigada de Extranjería de la Policía Nacional sospechó que Bekary C. podría estar introduciendo de forma ilegal a compatriotas al comprobar que en muy poco tiempo había solicitado la reagrupación de cinco hijos de cuya existencia nunca había hablado. El acusado vive en Zaragoza con su esposa, pero asegura que ha tenido otras dos mujeres en Gambia y que estos cinco vástagos los tuvo con ellas. Al parecer, todos ellos llegaron a territorio nacional gracias a la solicitud de Bekary C., pero la Policía solo pudo dar con el paradero de Haji y Seibou C., de ahí que sean los únicos que se han sentado en el banquillo.


"Los dos son hijos míos", repitió ayer en varias ocasiones el acusado, que recordó al tribunal que llegó a España en 1992 y que desde entonces no ha dejado de trabajar como albañil, en una fábrica de aceite y en tareas agrícolas. Los jóvenes dijeron ser hermanos e hijos de la misma madre, aunque explicaron que, a la muerte de esta, fueron separados y vivían en pueblos distintos.

Una fecundación "imposible"


Para acreditar que estos jóvenes son hijos suyos, el acusado ha presentado una partida de nacimiento expedida por las autoridades de Gambia. Sin embargo, la Fiscalía duda de que la información que recoge este documento sea rigurosa. "Por más que sea auténtico, parece que en este país se rellenan los formularios con los datos que verbalmente facilita el interesado, sin hacer ninguna otra comprobación", manifestó ayer el fiscal. Para esta parte, es "imposible" que Bekary C. sea el padre de Seibou "por una cuestión natural": según su pasaporte, el acusado no viajó a Gambia en los nueve meses anteriores al alumbramiento del joven, por lo que "difícilmente pudo engendrarlo".


La defensa, a cargo del letrado Javier Elía, mantiene que los datos son reales y que los tres varones forman parte de la misma unidad familiar. De ahí que pida la libre absolución de todos ellos.